Con la pesca de 45 toneladas de langosta, concluyó la temporada 2024-2025 en la comunidad de Punta Allen, ubicada en el municipio de Tulum. Este año, la temporada de captura estuvo marcada por varias adversidades que dificultaron el desarrollo de la actividad pesquera, según informaron los responsables de la cooperativa pesquera Vigía Chico.
Alejandro Velázquez Cruz, vocal financiero de la cooperativa, explicó que la temporada comenzó con grandes dificultades debido a las condiciones climáticas desfavorables que afectaron el inicio de la captura.
Recordó que en los primeros dos meses, los pescadores no pudieron operar, lo que retrasó considerablemente el inicio de la temporada.
A esto se sumó la falta de compradores para la langosta, lo que agravó aún más la situación.
«En los primeros dos meses no operamos por las condiciones del clima, que no favorecieron la pesca, y por la escasez de compradores interesados en adquirir el producto. Esto nos dejó con poco margen de acción», explicó.
Velázquez Cruz señaló que, en comparación con años anteriores, el precio de la langosta decayó de manera significativa, lo que afectó los ingresos de los pescadores.
«El precio de la langosta ha sido mucho más bajo que en años pasados. Esto ha sido una de las principales razones por las que no hemos alcanzado nuestra meta de 100 toneladas», indicó el vocal financiero.
Por su parte, Jesús Pereira, encargado del Área de Producción de la cooperativa, comparó la situación con una crisis similar a la vivida tras el paso del huracán Gilberto en 1988.
«Nunca habíamos tenido una temporada tan difícil. Esta crisis es la más grave que hemos vivido desde el huracán Gilberto, y los problemas no solo son climáticos, sino también económicos. La falta de compradores y la caída en los precios han hecho que la temporada no sea lo que esperábamos», comentó.
Dijo que además de los desafíos climáticos y económicos, los pescadores enfrentaron otros obstáculos.
Detalló que de los ocho meses que dura la temporada de pesca, solo pudieron operar durante tres, debido a diversas adversidades.
Refirió que estos factores han dejado a los pescadores de Punta Allen muy lejos de cumplir con sus metas de producción y venta, lo que también ha afectado la estabilidad de la cooperativa.
Con el cierre de la temporada de pesca, los pescadores ahora se enfocan en los próximos meses de veda, que van de marzo a junio, período en el que las actividades pesqueras quedan suspendidas para permitir la recuperación de las especies marinas.
Durante estos cuatro meses de descanso, tanto Velázquez Cruz como Pereira indicaron que los miembros de la cooperativa se enfocarán en el sector turístico de la región, buscando alternativas de ingresos mientras se mantiene la veda.
«Vamos a concentrarnos en las actividades turísticas durante los próximos meses. Sabemos que el turismo es una de las principales fuentes de ingresos para la región, y aunque no podemos pescar durante la veda, podemos contribuir al sector de otras maneras», explicó Velázquez Cruz.