A la semana, más de cinco mil personas visitan la “Ruta de los Cenotes”.
La joya verde de Puerto Morelos, “Ruta de los Cenotes”, es sin duda un destino para visitar en familia o con amigos, e inicia desde el kilómetro 2 hasta el kilómetro 33, lugar cuyo mayor tesoro es su belleza natural.
En esta ruta las personas están en contacto con la selva, la pueden recorrer en tirolesa, caminando en puentes colgantes, volando como Superman, una experiencia única para entrar a un mundo pocas veces conocido.
Este destino también se recorre en senderos entre la selva, hay quien prefiere hacerlo a pie para observar más de 100 especies de aves, otros lo hacen a bicicleta o en cuatrimoto, todo para entrar en contacto directo con este bello lugar.
La joya más preciada son sus cenotes llenos de historia y misticismo, se les disfruta afuera y nadando en ellos.
La Ruta de los Cenotes, pese a los 10 años de mostrar sus riquezas al mundo, sigue sin una guía especializada para los visitantes locales, nacionales y extranjeros, por ello, Novedades Quintana Roo, se dio a la tarea de presentarla a nuestro lector.
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En este lugar se conserva la selva baja, avistamiento de aves y fauna silvestre, ríos subterráneos, más de 30 cenotes abiertos y con cavernas de los que cerca de 15 están abiertos al público.
Del otro lado de la carretera se disfruta de la vista del mar, de sus playas, del corredor arrecifal y de los humedales.
Así pues, hablar de Puerto Morelos envuelve también a la historia, desde la época prehispánica en donde hubo asentamientos de ciudades enclavadas en la selva que a la fecha siguen sin explorar, osamentas de animales prehistóricos como el oso perezoso encontrado en el cenote Zapote y otro tipo de vestigios que al paso de los años poco a poco se han encontrado por arqueólogos nacionales.
Para quien es originario de más de tres generaciones será inevitable hablar de sus antepasados, sus abuelos que fueron chicleros, de aquellas primeras familias que llegaron con el sueño de mejorar su calidad de vida y se asentaron en la zona soportando las inclemencias que conllevaba vivir entre la selva. Primero fueron chicleros, después se dedicaron a la tala de madera y combinaron esta actividad con la pesca.
En la promoción turística que hay ahora para el destino se ofrece un sinfín de actividades relacionadas con ecoturismo, paseos en cuatrimotos, actividad en el aire por medio de tirolesas que van desde los siete hasta más de 40 metros de altura, caminata entre senderos de la selva, paseo en bicicleta, cabalgata, cenotes abiertos o cerrados, avistamiento de más de 100 especies de aves y fauna silvestre como serpientes, monos, coatíes, zorros, iguanas, e incluso uno que otro jaguar que aún habita en la zona.
“No buscamos competir con ningún destino como Cancún o Playa del Carmen, cada uno tiene lo suyo, el nuestro tiene su riqueza natural, por ello promoveremos un turismo sustentable y ecológico, y el vínculo que tenemos con Leona Vicario y Central Vallarta, junto con la ruta de los cenotes será propicio para nuestro fin”, comentó Emilio Muñoz Vado, pionero de Puerto Morelos.
Fuente:Sipse