CANCÚN, 10 de julio de 2024.- En noviembre pasado, una obra dentro de un lote de 730 metros cuadrados, que colinda al este con una playa de anidación de tortugas, y con manglar hacia el oeste, inició sin un solo permiso ambiental y de construcción.
Apenas en mayo pasado, personal del proyecto inmobiliario rompió los sellos de clausura en la construcción. La acción legal es contra un particular, derivado de una edificación en la zona, desarrollo que incluso ya había quebrantado la ley continuando con la obra.
Se trata de otro ecocidio en la zona adyacente a la bahía conocida como Tankah IV, frente a otra llamada Solimán, en el municipio de Tulum, uno de los últimos reductos de recursos naturales e importante zona de anidación de tortuga marina.
El proyecto se promociona como Adamar Solimán, un edifico de siete pisos y 24 departamentos en los alrededores del poblado de Akumal, y tanto el gobierno estatal como el federal, dan a conocer que no se han emitido las autorizaciones correspondientes.
José Guillermo Urbina Bravo, integrante de la organización no gubernamental Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS), dice a Quinta Fuerza que “¡ya basta de ese tipo de desarrollos en Quintana Roo porque sacrifican el medio ambiente en pos de un beneficio minúsculo pero un pequeño grupo de personas!”.
Vegetación
El buzo espeleólogo, también miembro del colectivo Sélvame del Tren, sostiene que “proteger las tortugas es un ejemplo que debemos expandirlo a todos nuestros recursos naturales. Para eso están las leyes ambientales, y no respetarlas es una traición a todos los tesoros medioambientales, a toda forma de vida”.
Bahía Solimán es uno de los últimos reductos e importante zona de anidación de la tortuga marina: está a unos cinco kilómetros al sur del santuario de Xcacel Xcacelito, área natural protegida de jurisdicción estatal, en donde hay cinco tipos de vegetación.
En la zona hay todavía duna costera, matorral costero, mangle, selva baja subcaducifolia y vegetación secundaria, y la habitan varias especies amenazadas, como las tortugas Blanca (Chelonia mydas) y Caguama (Caretta caretta), que encuentran en las playas tulumnenses el lugar propicio para efectuar su anidación y desove.
El activista ambiental dio a conocer, por medio de un video en las redes de DMAS, que el gobierno estatal, por medio de la Sedetus (Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable) informó que no ha emitido la constancia de compatibilidad territorial, y que en enero de 2024 la Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) aclaró que no ha extendido la respectiva Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).
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“No podemos permitir que intereses particulares sacrifiquen todo el esfuerzo y pongan en riesgo nuestro derecho a un ambiente sano. Proteger la selva, la duna, los manglares y al arrecife es proteger nuestra forma de vida. Tenemos que comprender que nosotros no vivimos del turismo, sino de la riqueza de nuestros recursos naturales”, reflexionó el espeleólogo.
FUENTE: QUINTAFUERZA