El incendio en el tiradero a cielo abierto de Chetumal continúa activo, a pesar de los esfuerzos de personal de los tres niveles de gobierno y “ayuda celestial” con la llegada de la lluvia, tras más de una semana.
En el lugar, aún arde entre las llamas el 61% de los aproximadamente 15 mil metros cuadrados de montañas de basura y llantas, lo que también ocasiona densas nubes de humo, y el peligro latente que la humareda llegue a las colonias de la capital del estado.
Pero con la llegada de la lluvia, no se vuelve buenas noticias en el tiradero a cielo abierto de Chetumal, porque si bien ayuda a apagar el incendio, el agua ocasiona que los sitios de acceso se vuelvan unas trampas de fango y lodo, tanto para los carros bomba, maquinaria pesada y elementos que luchan por apagar el fuego. El incendio inició el domingo 3 de mayo de este año.
Luis Fernando Ventura Nah, director de Bomberos, Rescate, Emergencias Médicas y Desastres del Ayuntamiento de Othón P. Blanco, informó que el avance del 41% en la extinción del fuego es superficial y pasivo en las zonas humeantes, y para sofocar el área afectada se realiza la remoción de basura con maquinaria y agua.
Indicó que la reducción en el área afectada mitigó poco a poco la cantidad de humo que se generaba al principio de los trabajos, pero pidió a la población seguir las recomendaciones de salud para protegerse del humo, mantener puertas y ventanas cerradas, usar trapos húmedos, así como proteger ojos, nariz y boca.
Principalmente a los asentamientos humanos cercanos al tiradero a cielo abierto, ubicado al noreste de la capital del estado.
En los días que lleva el siniestro, por lo menos dos ocasiones, las sofocantes nubes de humo se sintieron por horas en prácticamente en toda la ciudad, principalmente durante las noches y madrugadas.
En las labores de control y trabajan diariamente 29 elementos del H. Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Othón P. Blanco, Secretaría de Marina, Armada de México (Semar), Comisión Nacional Forestal (Conafor), Comisión Nacional del Agua (Conagua) y Coordinación Estatal de Protección Civil (Coeproc) de Quintana Roo.
FUENTE: Sipse