CRÍA CLANDESTINA Y VENTA DE MASCOTAS: EL LADO OCULTO DEL MALTRATO ANIMAL EN CANCÚN: PESE A LAS LEYES, PROLIFERAN LAS “ADOPCIONES” DISFRAZADAS EN REDES SOCIALES
Redacción Macronews | Cancún, 23 de junio del 2025.
El maltrato animal en Cancún va más allá del abandono o el maltrato físico. La utilización de perros y gatos para reproducción con fines comerciales es una práctica cada vez más común y alarmante, denunciada por organizaciones animalistas y activistas locales.
Una perra puede tener hasta 12 cachorros al año, y una sola pareja de perros o gatos podría engendrar más de 800 crías en una década. Esta sobrepoblación se convierte en una bomba de tiempo cuando los animales terminan en situación de calle o son criados en condiciones precarias para su venta.
En redes sociales abundan las páginas que promueven supuestas adopciones, pero en realidad se dedican a vender cachorros —muchos de ellos de razas específicas— sin ninguna regulación. Los precios oscilan entre mil y cinco mil pesos, y frecuentemente se comercializan animales que no son aptos para el clima cálido de la región, como los huskies siberianos, una de las razas más abandonadas en Cancún.
“El problema se resuelve si la gente deja de comprar y empieza a adoptar”, señaló Ricardo Pimentel, fundador del santuario Tierra de Animales. Explicó que la venta de animales no solo fomenta el abandono, sino que también afecta la salud física y emocional de las hembras utilizadas como fábricas de crías.
Además de las implicaciones éticas, la cría clandestina puede derivar en problemas de salud como enfermedades genéticas, conductas agresivas y condiciones de vida insalubres para los animales. La falta de regulación permite que muchos de estos “criaderos” operen sin atención veterinaria, espacio adecuado o higiene.
Aunque la Ley de Protección Animal contempla sanciones que van de seis meses a cinco años de prisión, además de multas económicas, la impunidad prevalece. El artículo 419 Ter del Código Penal Federal prohíbe expresamente la venta de perros y gatos menores de seis meses, pero la venta continúa abiertamente en plataformas digitales.
Los activistas insisten en que es urgente fortalecer y aplicar las leyes existentes, así como fomentar una cultura de adopción responsable. Mientras se siga comprando, advierten, seguirá existiendo quien vea a los animales como mercancía.