Sin una cultura ecológica, los habitantes del onceavo municipio, han convertido en basurero clandestino los manglares ubicados en la entrada de Puerto Morelos, donde se puede observar a lo largo de dos kilómetros, desperdicios que van desde bolsas, envases de Pet, unicel, Pvc, hasta postes de luz caídos, provocando un impacto negativo en la flora y la fauna que habitan en el lugar, como patos, garzas, peces y cocodrilos.
La irresponsabilidad e inconciencia de los habitantes y del turismo que llega a este destino al arrojar basura de todo tipo en las orillas de los humedales, mantiene bajo amenaza los manglares del tipo botoncillo, que es la especie dominante, principalmente el mangle negro y el mangle blanco, ya muy escaso, de acuerdo al estudio y diagnóstico realizado por la bióloga Guadalupe Velázquez Solimán y otros investigadores.
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El ambientalista Guillermo Fuentes, experto en el cuidado de manglares, señala que estos ecosistemas son cuneros de los arrecifes, es decir, los peces en su etapa larvaria y juvenil primero pasan por este sistema, para finalmente desarrollarse en el sistema arrecifal. Afirma que el manglar cumple con varias funciones vitales, e incluso de supervivencia, como protección de la costa de fenómenos naturales como huracanes y tormentas tropicales.
También sirve como biofiltro, captura de sedimentos y es un importante corredor biológico de aves, por lo que su protección y restauración es una prioridad desde el punto de vista de la integridad ecológica, por lo que así como hay campañas para limpiar las playas, las autoridades deberían organizar una para limpiar los manglares convertidos lamentablemente en un muladar.
Fuente: Quequi
