El pez león es una especie invasora que llegó para quedarse a la zona del Mar Caribe y sobre la que mucha gente ha alertado, pues debido a que su masiva reproducción y a que no tiene un depredador natural, puede seguir afectando de manera importante al ecosistema.
Es rayado, puntiagudo y silencioso. Y pasa muchas veces desapercibido en las arrecifes de coral, pero siempre está al acecho de sus víctimas.
El pez león no es una especie originaria del Mar Caribe, pero lleva aquí varios años y no parece que exista una manera de erradicarlo o de siquiera controlar su reproducción y mucho menos evitar que pueda desequilibrar al medio ambiente.

El pez león proviene de las aguas cálidas del Pacífico Sur. Se alimenta generalmente de peces pequeños, moluscos e invertebrados. El problema radica en que se reproduce tan rápido que para satisfacer la necesidades alimentarias de tantos ejemplares de esta especie invasora, muchas veces se acaba con poblaciones marinas enteras, lo que causa desequilibrios ecológicos.
APETITO VORAZ
No solo se reproduce por millones el pez león, pues puede desovar cada dos días, sino que además cuando crece tiene la capacidad de expandir su estómago hasta 30 veces su tamaño; por eso es que tiene un apetito insaciable y por eso es que acaba con especies enteras.
En el Caribe Mexicano y la Riviera Maya algunas instituciones han promovido su consumo; algunas cooperativas de pescadores han impulsado su pesca y algunos restaurantes han empezado a ofrecer el producto, pero los esfuerzos no han sido suficientes, pues la gente no está interesada en consumirlo, pese a que esto podría ayudar a reducir el número de población de esta especie invadora.
El otro gran problema, tal como ya se ha señalado, es que no hay deprepadores naturales para el pez león. Y mientras siga reproduciéndose por millones, acabará no solo con varias especies marinas sino también podría causar un daño severo e irreversible a los arrecifes, preciada especie de la zona y vital para la conservación del ecosistema.
FUENTE: Quinta Fuerza