El Caribe Mexicano está posicionado como uno de los destinos favoritos a nivel internacional, por sus bellezas naturales y el trato que reciben los extranjeros; sin embargo, la bonanza no se refleja en las condicionas laborales, pues miles de empleados de la industria hotelera viven con precariedad salarial, a pesar que son ellos quienes generan la imagen de confort en el Estado.
Cancún, Playa del Carmen y Tulum sobresalen entre los mejores destinos turísticos del país; pero un estudio realizado por la Universidad del Caribe (Unicaribe), denominado Caracterización del Personal Turístico en Cancún y la Riviera Maya, realizado a través de la metodología de encuesta de campo a empleados de Benito Juárez, Solidaridad y Tulum, reveló que las condiciones laborales en el sector turístico están lejos de ser atractivas.
Un estudio arrojó que los hoteles pagan apenas el 60 por ciento de los ingresos reales de los trabajadores, pues la mayoría percibe el salario mínimo. El otro 40 por ciento de las percepciones depende de compensaciones como las propinas, bonos o vales, aunque no todos los empleados tienen estos beneficios.
Aunado a ello, el estudio reveló que 11 por ciento del personal no cuenta con acceso a seguridad social; 35 por ciento no perciben compensaciones por horas extra, pese a que laboran 50 horas promedio a la semana, y 47 por ciento no tiene un horario de trabajo fijo.
Gran parte de los trabajadores percibe un salario mínimo, sobre todo cuando se habla de las camaristas; las remuneraciones más altas son para los puestos gerenciales.
Los meseros han comentado que prácticamente viven de las propinas, pues el salario base es muy bajo (el mínimo). Lo anterior significa que el 48% de trabajadores hoteleros recibe un salario mínimo, 7 mil 468 pesos de acuerdo con el aumento que recién entró en vigor. Aunque hay algunos que ganan menos que eso, por lo que se encontrarían en marginación respecto al rubro de ingresos según los índices del Consejo Nacional de Población (Conapo).
De igual forma, hay que añadir que aún no se recuperan del todo las condiciones laborales previas a la pandemia, en cuanto a sueldos y prestaciones, pues, aunque desde entonces se han vuelto a generar empleos, se produjo una mayor carga laboral para una menor plantilla de trabajadores.
Además, debido a la gran cantidad de visitantes que llegan anualmente al Caribe Mexicano, la carga de trabajo es mucho mayor para cada uno de los trabajadores de hoteles y resorts, quienes se ven obligados a desempeñar el doble de funciones que normalmente debería realizar un solo empleado.
Esto los somete a un intenso estrés, pues ocho de cada 10 personas se ven obligados a laborar con alta velocidad para cumplir con los estrictos tiempos los hoteles en cuanto a limpieza de habitaciones y entrada y salida de huéspedes.
El estudio establece de manera literal que durante la crisis sanitaria de 2020 y 2021 al menos cuatro de cada 10 personas del sector fueron suspendidos de sus labores, y el 40 por ciento no recibió ningún ingreso en el tiempo que estuvo inactiva.
Y aunque los hoteleros argumentaron que dicha situación de precariedad salarial se debió al desplome de la ocupación, la afectación para la nómina de los trabajadores persiste hasta hoy, a pesar de que el destino ya se ha recuperado casi en su totalidad.
FUENTE: POR ESTO QUINTANA ROO