Cancún.- El miércoles 3 de febrero, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó que en México los casos y muertes por el coronavirus aumentan, especialmente en los estados que atrajeron turismo durante la temporada navideña: Guerrero, Nayarit, Baja California Sur y Quintana Roo, estado señalado como “donde hay mayor laxitud”.
Especialmente, asombra la inconsciencia de los habitantes de Cancún, que hasta el domingo 7 de febrero, con nueve mil 246 infectados y mil 440 muertes, tiene un índice de letalidad de 15.5, el más alto del planeta, incluso sobre el del país (8.5 por cada 100 que se contagian), de acuerdo a la Universidad Johns Hopkins.
En ese marco, también sorprende la laxitud del Gobierno estatal, que se ha limitado a condenar las fiestas masivas, principalmente en Tulum, Playa del Carmen, Cancún e Isla Mujeres; se dice que se hizo “de la vista gorda” en dos festivales rave donde corrió alcohol y droga como si fueran agua.
Playas llenas, fiestas al aire libre y un turismo inconsciente, así lució el icónico Caribe mexicano durante las fiestas navideñas y ahora, tras una inédita “cuesta de enero, el visitante nacional y extranjero sigue resistiéndose a la pandemia con adaptaciones contrarreloj a las nuevas medidas sanitarias, y críticas por la permisividad y negligencia del Gobierno estatal en algunas zonas, en aras de la recuperación económica.
Del jueves 7 al lunes 11 de enero, en el hotel Belo de Isla Mujeres se realizó el Kvmana Festival pese a la alerta por el riesgo de contagio en eventos masivos, y en el que no se respetaron las medidas sanitarias. En diversos videos en redes sociales se observó a los asistentes sin sana distancia ni cubrebocas.
Previamente, Art With Me, descrito como “un festival que combina arte, música, talleres, bienestar y experiencias culturales en un viaje de 5 días y 4 noches para inspirar el cambio y fomentar el crecimiento personal”, se celebró del 11 al 15 de noviembre de 2020, con la asistencia de más de 550 personas y saldo de 100 turistas neoyorquinos infectados.
Al evento, de acuerdo con testimonios de algunos contagiados, acudieron hordas de personas sin mascarilla, y ya en el evento -fiestas conocidas como Jungle Parties o Secret Location– nunca hubo sana distancia: “Es como si la covid no existiera en Tulum”, espetó Gerardo Ávila Sánchez, empresario hotelero y restaurantero del lugar.
El neoyorquino The Daily Beast y el sitio británico Daily Mail publicaron testimonios de los asistentes en el sentido de que hubo aglomeraciones y no se respetaron los protocolos de salud; además, acusaron que diariamente hay fiestas clandestinas rave en prácticamente todo Tulum pese a la pandemia y los exhortos gubernamentales.
La periodista inglesa Sarah Bladen escribió en The Independent sobre el idilio que prohijó Tulum con un nuevo tipo de visitante: las personas que se rebelan contra las restricciones por la Covid-19, y sostuvo que el destino caribeño ya se convirtió en víctima de su propio éxito… y rehén de los turistas que atrae.
El fin es mantener al Caribe mexicano entre los principales polos turísticos mundiales, luego que en 2020, beneficiado por medidas menos estrictas, México fue el tercer país más visitado del mundo con 25.1 millones de turistas, según la Organización Mundial de Turismo (OMT), cuando normalmente se situaba entre el quinto y décimo sitio.
FUENTE: El Mirador