
Como se recordará, Fabián Enrique Vallado Fernández inició su carrera política en la administración del presidente municipal Alor Quesada, como administrador en el área de comunicación social; posteriormente, con la ayuda de amigos y conocidos fue recomendado para ser el secretario privado de Borge Angulo, durante su precampaña a la gubernatura de Quintana Roo.
Posteriormente, por su “excelente” trabajo llegó a la secretaria privada del ya entonces gobernador Roberto Borge Angulo, donde inició un cúmulo de actos que a la postre lo hicieron millonario gracias a su habilidad de convencimiento sobre temas específicos.
De andar en un eclipse de modelo antiguo y ser el hijo de un ex regidor, pasó a formar parte de la élite política y de hablarse de tú a tú hasta con el delegado del PRI en Quintana Roo, Ulises Ruiz, con quien pactó y llenó sus maletas de billetes.
El saber tanto y haberse convertido en la mano derecha de Roberto Borge Angulo lo llevó a que fuera premiado como Delegado en Quintana Roo de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), puesto desde dónde utilizó los recursos federales para complacer a sus amigos y hasta intentar robarle la candidatura a su prima política, Laura Fernández Piña.
Su ambición de poder y su falta de tacto y madurez política lo llevaron a que salieran a la luz pública muchas de las conversaciones que tuvo con algunos personajes de la política, hasta una en la cual humilla a la actual presidenta municipal de Puerto Morelos, a quien la llamó mujer de la vida galante.
Por dichas conversaciones fue despedido del puesto y se inició una investigación en contra de su persona, autorizada por el ahora candidato a la presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional, José Antonio Meade Kuribreña, quien en ese entonces era secretario de la Sedesol federal.
Desde el mes de mayo de 2014 no pagó rentas de muchos inmuebles que eran vigilados y/o estaban a su cargo. Además de tener el trabajo en el Gobierno del Estado, también estaba encargado de vigilar que no le faltara nada a la familia del ex mandatario.
Prácticamente, su verdadero trabajo era supervisar algunos negocios y propiedades del ex gobernador y ver que todo marche a la perfección. De hecho, un grupo de trabajadores a su cargo sólo se preocupaban por los aspectos y negocios personales de Borge Angulo.
Ambos personajes tienen mucho que aclarar a las autoridades, como sus viajes con costos millonarios al extranjero y de dónde sacan tanto dinero para lujos y tener decenas de propiedades a su nombre, sin dejar pasar que se han hecho ricos en sólo un sexenio que duró cinco años.
Fuente: Quequi