TULUM.— El proyecto del Libramiento Vial de Tulum, una de las obras más esperadas para descongestionar el tráfico del centro urbano, no ha sido cancelado, sino que se encuentra en una fase de revisión técnica y ambiental. Así lo confirmó Christian Moguel, director general de Infraestructura Pública, quien informó que actualmente se trabaja en la modificación de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) derivada de ajustes en los ramales norte y sur del proyecto.
El funcionario explicó que los cambios obedecen a las condiciones naturales del terreno, particularmente la presencia de suelos cavernosos, lo que ha obligado a replantear parte del trazo original. “Se está redefiniendo la ruta de ambos ramales para garantizar la estabilidad estructural y la viabilidad ambiental del proyecto”, precisó Moguel, tras una reunión sostenida con la Secretaría de Infraestructura y Transportes (SINTRA).
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De acuerdo con la información oficial, el libramiento presenta un avance del 65% en su fase de proyecto ejecutivo. Los estudios técnicos incluyen vuelos fotogramétricos y levantamientos topográficos que ya fueron concluidos, y cuyos resultados servirán para determinar el nuevo recorrido y la ubicación de tres puentes que deberán construirse sobre zonas con cenotes y cavernas.
Con una inversión estimada en casi mil millones de pesos, la obra busca ofrecer una ruta alterna que permita reducir el tráfico vehicular que actualmente colapsa las principales avenidas del municipio, especialmente durante la temporada alta. A diario, cientos de trabajadores, turistas y transportistas deben cruzar el centro de Tulum, lo que genera embotellamientos, aumento en las emisiones contaminantes y afectaciones a la movilidad local.
No obstante, el proyecto enfrenta críticas de organizaciones ambientales y residentes, quienes advierten sobre el riesgo de impactos negativos en los ecosistemas subterráneos y la selva que rodea la zona. Estos señalamientos han sido tomados en cuenta en la revisión de la MIA, cuyo objetivo es adaptar el diseño a las condiciones ecológicas del territorio y garantizar un equilibrio entre desarrollo e impacto ambiental.
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El libramiento representa un reto crucial para el futuro de Tulum: aliviar la carga vehicular sin comprometer los frágiles ecosistemas que sustentan su riqueza natural y turística. La transparencia en el proceso y el compromiso con la sustentabilidad serán determinantes para lograr que esta obra se convierta en un modelo de movilidad responsable en el Caribe mexicano.
























