Los recientes aguaceros en el sur de Quintana Roo han generado preocupación sobre el posible oscurecimiento de la laguna de Bacalar debido al arrastre de sedimentos desde la zona agrícola y materia orgánica del drenaje sanitario.
La investigadora María Luisa Villarreal Sonora advierte que los escurrimientos causados por las intensas precipitaciones podrían impactar la claridad de las aguas en los próximos días o semanas.
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Villarreal Sonora señaló que estos escurrimientos no sólo transportan sedimentos, sino también materia orgánica que contribuye a la contaminación. “Zonas como el centro de Bacalar y el Hospital Comunitario experimentan rebosamiento de aguas negras durante lluvias intensas, que terminan en la laguna”, afirmó.
Aportan nutrientes a la laguna
Además de la materia orgánica, las lluvias aportan nutrientes adicionales a la laguna producto del arrastre de agroquímicos de la zona rural.
“El agua de lluvia, cargada de dióxido de carbono y rica en nutrientes, afecta a la laguna estéril de Bacalar, que normalmente no tiene nutrientes debido a su composición de carbonato de calcio, magnesio y azufre. Estos nutrientes fomentan la proliferación de colonias bacterianas”, explicó la investigadora.
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Mejor planificación
La bióloga, egresada del Instituto Tecnológico de Chetumal, subrayó la necesidad de una mejor planificación y gestión del drenaje del Pueblo Mágico para evitar que sus aguas lleguen al cuerpo de agua, provocando el oscurecimiento como sucedió en 2020, cuando la tormenta Cristóbal provocó enormes escurrimientos.
“Muchos sistemas de drenaje pluvial están mal diseñados y algunas conexiones ilegales empeoran la situación. Esto crea una mezcla de contaminantes que terminan en la laguna, dañando su ecosistema”, advirtió.
FUENTE:24HRS QUINTANAROO