Un grupo de 10 campesinos colombiano fue retenido en el aeropuerto de Cancún durante varias horas y, al final, se rechazó su ingreso al país; venían a un programa de intercambio de experiencias y conocimiento sobre agroecología en la península de Yucatán.
Los hechos ocurrieron en el área de Migración de la principal terminal aérea en recepción de vuelos internacionales del país ─incluso sobre el de Ciudad de México─, donde dijeron al grupo que no era admitido, regresándolos a Colombia en el siguiente vuelo.
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Son 10 personas que “fueron humilladas, maltratadas y deportadas”, de diferentes asociaciones y colectivos que serían sus anfitriones; entre otros; Coagros, Asogranjas, Asociación Convite Campesino y Fundación San Isidro.
También se incluyen funcionarios de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia), Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia y GOPA-AFC (organización que promueve la agroecología y la agricultura sostenible en el país sudamericano).
El grupo viajaba a la península de Yucatán para participar en un intercambio con el respaldo de la cooperación alemana (GIZ) y académicos de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Unidad Mérida de la UNAM.
El plan era realizar un viaje de estudios a México con productores de Boyacá, Colombia, y otros actores de un proyecto agroecológico colombo-alemán para conocer y analizar prácticas en la península para fortalecer los saberes y enfoques entre ambos territorios.
“Hace dos meses organizamos el intercambio; los campesinos venían a conocer lo que estamos trabajando en la península de Yucatán en los saberes campesinos y agroecología”, explicó Dulce Magaña, integrante del centro agroecológico y de conservación Náaybi Lu’um, con sede en Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo.
No es aislado
La agenda de la visita incluía actividades en localidades de Felipe Carrillo Puerto y Chacksinkín, Mama, Tekit, San Crisanto, Mérida y Sinanché, en Yucatán, del 30 de noviembre al 6 de diciembre.
“Pero al llegar al aeropuerto de Cancún el grupo fue retenido por Migración sin darles alguna explicación y quedaron en hacinamiento hasta que les informaron que eran inadmitidos y los deportarían en el siguiente vuelo a su país”, explicó Magaña.
“No pudimos comprobar que tenían carta de invitación, reservaciones, vuelos, todo para su estancia. Estamos indignados por el trato (…) nos parece muy injusto y creemos que tiene que ver (la inadmisión) con el perfil de personas que venían”, añadió Dulce Magaña.
Añadió que “es importante que ese tipo de casos sean visibilizados porque eso ocasiona que se rompan los lazos de comunicación con otros países”.
Por su parte, Ivonne Abigaíl Vázquez, de Suumil M’óoktan y quien organizó la logística del viaje, dijo que “lo que nos dijeron es que se llenó el formato migratorio y en ningún momento se les entrevistó; los tuvieron retenidos por casi cuatro horas, y cuando los soltaron fue para llevarlos al avión de regreso a Colombia
Según Ivonne, “no es un caso aislado. En los últimos años se retiene sin justificación a gente latinoamericana, en su mayoría de países sudamericanos en los aeropuertos mexicanos y son confinados en espacios que describen como celdas en condiciones deplorables”.
