CHETUMAL, 30 de diciembre.- La reciente reforma a la Ley Sobre la Venta y Consumo de Bebidas Alcohólicas aprobada por el Congreso del Estado, establece que quienes posean una licencia para la venta de bebidas alcohólicas en envase cerrado al mayoreo ahora tendrán que adquirir una licencia adicional para la venta en línea y a domicilio, lo que no ha sido del agrado de los que tienen expendios, minisúpers y bares, quienes tendrán prohibida esta modalidad de venta.
El presidente de la Unión de Propietarios de Bares, Restaurantes y Similares (Uprobars), Joaquín Noh Mayo, declaró que aunque esta medida se ha intentado justificar para frenar la venta a menores de edad y el combate al clandestinaje, en realidad fomentará el aumento del comercio informal en las redes sociales en perjuicio de los negocios que siguen luchando para salir adelante.
“Lo que vemos es que lejos de combatir el clandestinaje, lo que va a provocar es el crecimiento del comercio irregular e informal que ya se observa en las redes sociales, y por supuesto que estamos en contra, porque es una nueva medida recaudatoria que nos arrincona económicamente y obliga a muchos a dejar la formalidad de sus micro y pequeñas empresas, además de que muchos han encontrado en la venta en internet o a domicilio una manera de obtener ingresos, pero con la nueva legislación, que nos va a cobrar por este tipo de estrategias de venta, es súper negativo para nuestro sector”, dijo.
La ley, permitía que algunos de los establecimientos considerados dentro del giro como minisúpers, tiendas de conveniencia, tiendas de autoservicio, pudieran realizar la venta en línea y a domicilio únicamente a menudeo, lo que de acuerdo a la propuesta de reforma que envió el Ejecutivo, fue lo que hizo que los menores de edad tengan acceso más fácilmente a bebidas embriagantes por conducto de prestadores de servicio a domicilio, por lo que la XVIII Legislatura les impuso una prohibición y candados para regular el comercio de alcohol en las plataformas digitales sólo para venta al mayoreo.
Pero el dirigente de la Uprobars aseveró que endurecer la normatividad solo creará más afectaciones para quienes tienen patentes o licencias para la venta de bebidas alcohólicas en envase cerrado, llevándolos a bajar cortinas de manera definitiva o a rentar sus patentes a empresas cerveceras, aún a costa de obtener una remuneración mínima, como ha ocurrido con al menos 74 negocios.
“Cerca de 74 negocios entre los giros de restaurantes, minisúperes y bares, dejaron de operar por sus propietarios y fueron dados en renta a las agencias cerveceras. Entonces, el gobierno dice: no ha cerrado ninguno; no, no han cerrado, pero nos vemos en la obligación de que cuando ya no tienes los ingresos para mantener, para sostener el negocio, lo que haces es rentarlo, aun y cuando lo que se pague sea el mínimo”, dijo.
Además, afirmó que con la reforma aprobada se abre la posibilidad de que sean objeto de más sanciones, por lo que prevalece la incertidumbre sobre el destino de las más de 120 patentes que están afiliadas a la Uprobars.
DIARIO 22