Parte de la riqueza natural de la Península de Yucatán podría quedar resguardada en un fideicomiso ambiental de 700 mil hectáreas, que, de concretarse, sería el más grande que se haya hecho en México.
La propuesta fue realizada por Gerardo Ceballos, presidente de la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar, al Fondo Nacional de Fomento al Turismo, que promueve el proyecto de desarrollo Tren Maya.
El especialista expuso que, bajo este modelo, los dueños de la tierra asumen un compromiso a largo plazo de conservar sus hectáreas a cambio de un pago por los servicios ambientales que prestan.
El pago por dichos servicios, de acuerdo con la propuesta del especialista, saldría de un porcentaje de las ganancias del Tren Maya por servicios de transporte turístico y de carga.
La iniciativa busca incluir a corredores biológicos de alta relevancia y zonas de conservación, incluso reservas privadas.
Mencionó que si bien 700 mil hectáreas es una cantidad grande, la problemática de deforestación en la Península de Yucatán es un fenómeno creciente que requiere medidas drásticas.
Gerardo Ceballos, con su empresa Servicios Ecológicos y Científicos, será el encargado de diseñar los pasos de fauna que estarán en toda la ruta del Tren Maya, que conectará a los estados de Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Chiapas.
El también académico de la UNAM aseguró que su respaldo al proyecto no está influenciado por un contrato que supera los nueve millones de pesos, ni tampoco la postura de la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar, organización que preside.
Apuntó que, desde su perspectiva, se trata de un proyecto con posibilidades de generar economía en las comunidades y evitar que continúen vendiendo sus tierras y sobre explotando sus recursos maderables.
Ante ello, el fideicomiso comprometería a los dueños a mantener altos niveles de conservación para poder acceder a los subsidios.
FUENTE: Sipse