El sector de la construcción comienza a mostrar signos de franca recuperación al cerrar junio con un valor de 742.3 millones de pesos, es decir, 106.7 millones más que mayo cuando se reportó una producción de 635.6 millones de pesos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), mayo fue el mes más bajo en cuanto a producción, pues en abril, cuando los proyectos se paralizaron como medida de prevención de contagios de Covid-19, se logró un valor de producción de 690.6 millones de pesos en el estado.
Esta reactivación del sector se observa en el municipio de Benito Juárez, donde se calcula que alrededor de 3 mil construcciones se encuentren en obras.
De hecho, la recuperación en el sector ha ocasionado que las autoridades también realicen supervisiones para garantizar el cumplimiento de protocolos sanitarios y permisos. Tan sólo en el municipio de Benito Juárez, de junio a la fecha, 15 pequeñas obras han sido suspendidas por diversas disposiciones como la falta de licencias.
Heydén Cebada Ramírez, director de Desarrollo Urbano municipal, indicó que este tipo de construcciones -conocidas como hormiga- son obras de remodelación.
«Desde colocar loza, hasta levantar un muro o pared, incluso ampliar la vivienda o colocar un balcón, ya necesitas un permiso y que mucha gente no lo hace porque así es la idiosincracia del mexicano».
Indicó que estas pequeñas obras han sido detectadas a través de denuncias ciudadanas, pues hasta el momento la dirección no ha realizado ningún operativo de revisión por la escasez de personal, pues cuentan con 15 de 29 inspectores.
Cebada Ramírez agregó que, además de encontrar que no cumplen con las licencias de construcción otorgadas por la Secretaría de Ecología y Desarrollo Urbano municipal, también han hallado que no cumplen con las medidas establecidas por las autoridades sanitarias.
«Como son construcciones pequeñas, pues contratan algunos albañiles que no siguen los protocolos de salud, entonces no usan cubrebocas, ni gel antibacterial, ni desinfectan sus herramientas de trabajo, lo cual nos preocupa porque muchos pueden ser foco de contagio al utilizar el transporte público”.
El funcionario aclaró que, en contra pare, los constructores de grandes obras han cumplido tanto con los trámites y licencias ante las autoridades, como con las medidas sanitarias, pues arriesgan inversiones mucho mayores que las de las obras llamadas «hormiga».
FUENTE: Sipse