Un puesto de pirotecnia estalló en pleno centro de la ciudad, entre un local de jugos y una frutería, lo que causó daños materiales por alrededor de 100 mil pesos, aunque ninguna persona lesionada, pese a que el local se encontraba funcionando y con público.
Fue un siniestro anunciado, incluso por este medio, porque la Dirección de Protección Civil, encabezada por Orlando Muñoz, cobró para expedir alrededor de 140 permisos para pirotecnia, sin darles seguimiento adecuado, para verificar que no se vendan objetos prohibidos y que los lugares cumplan con las medidas de seguridad. Se trata de un descuido que pudo haber acabado en tragedia y que es inexcusable, teniendo en cuenta la escalofriante advertencia que fue el estallido en Tultepec.
Playa del Carmen parecía repetir aquella historia, a menor escala, luego de que decenas de peatones que transitaban en un concurrido cruce aledaño a la base de trasporte público y foráneo, huyeran despavoridos ante lo que parecía sonar como una balacera.
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El peligroso percance ocurrió alrededor del mediodía y fue necesaria la intervención del cuerpo de Bomberos para que sofocaran el siniestro generado por la explosión.
Miguel Rodríguez, propietario de la juguería en la esquina de la avenida 25 y la calle 2, donde estaba el puesto de pirotecnia, explicó que rentó el espacio a una persona, cuyo nombre dijo no tener, pero que le mostró todos los permisos de Protección Civil.
“Al parecer hubo fricción en el lugar y se soltó un chispazo”, explicó el locatario (de acuerdo a Protección Civil, el causante fue el calor de una ventana). “Afortunadamente la gente salió corriendo en cuanto vio la llama y por eso no hubo muertos, pero todo el lugar se incendió”.
Rodríguez calculó haber perdido alrededor de 100 mil pesos debido a la explosión. Un vistazo al local cercado parece confirmar esto, al lucir totalmente destrozado, con las paredes ennegrecidas, las mesas hechas pedazos, abundantes trozos de vidrio en el suelo y hasta los pesados refrigeradores de mercancías transformados en chatarra.
De acuerdo a bomberos, el estallido de la pólvora por el fuego alcanzó conexiones eléctricas de la juguería, ante lo cual hicieron cortocircuito unos refrigeradores, clara muestra de que el puesto estaba colocado en un lugar de alto riesgo.
Aunado a ello, se violentaba la reglamentación, pues se comercializaba pirotecnia explosiva, no solo luminosa, cosa que no fue detectada por Protección Civil, pese a que es muy común en muchos de estos puestos autorizados
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SE TIRAN BOLITA
El inspector de la dirección de Fiscalización y Cobranza, Armando Juárez González, responsabilizó a la dirección de Protección Civil que preside Orlando Muñoz, de quien incluso se decía podía ser destituido por no lograr unificar al equipo a su cargo.
“Eso ya es cuestión de Protección Civil, nosotros nos enfocamos a la documentación; si ahí puso el puesto Protección Civil, pues sus razones tuvo, luego de hacer sus estudios” señaló el inspector.
De forma inaudita, pese al grave riesgo que se corrió, por tratarse de un área altamente transitada, el puesto no fue clausurado, por lo que impunemente continuó la venta, sin importar que casi se causó la muerte de personas.
“No habrá multa de fiscales, porque tenemos la documentación en regla y son accidentes que suelen suceder y como repito eso ya le toca a Protección Civil”, comentó tranquilamente Juárez González, al ser cuestionado sobre esta anómala situación.
CIERRAN FILAS
Cristina Torres Gómez, presidenta municipal, hizo un enérgico llamado a la población para que no expenda pirotecnia de manera clandestina, ya que se pone en peligro la vida de los solidarenses.
“Nuestro deber es seguir advirtiendo de los riesgos de vender productos no autorizados por las instancias competentes; hasta el momento, podemos constatar que las pérdidas han sido materiales, pero no queremos llegar a lamentar vidas ante la irresponsabilidad de algunos comerciantes”, dijo la edil, a través de un comunicado
También señaló que las autoridades municipales realizan un operativo de revisión en los 145 comercios que cuentan con permisos a fin de evitar futuros percances, además que se “cierran filas” con el respaldo de los cuatro proveedores de pirotecnia, a fin de denunciar la introducción o expedición de juegos artificiales no autorizados.
Fuente: Quequi
