La rabia es una grave e importante enfermedad infecciosa vírica que se da en todos los continentes del mundo y afecta a más de 150 países, informa la Organización Panamericana de la Salud (OPS), entidad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La enfermedad afecta a los mamíferos, especialmente a los de sangre caliente, y a los humanos, y conlleva síntomas como encefalitis progresiva y aguda, así como alucinaciones, espasmos musculares involuntarios y parálisis.
La letalidad de la rabia es de aproximadamente el 100 % y, a nivel mundial, unas 60 000 personas mueren cada año, principalmente en Asia y África, como consecuencia de la enfermedad, según la OPS. Por eso es tan importante el Día Mundial Contra la Rabia, que se conmemora cada 28 de septiembre y llama la atención sobre este problema de salud pública, refuerza la fuente oficial de la ONU.
Un biólogo inspecciona el ala de un murciélago: estos animales también pueden transmitir la rabia, especialmente las especies frugívoras e insectívoras.
Fotografía de Richard Stark Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (USFWS) Dominio Público
¿Cuáles son los principales síntomas de la rabia?
El virus que causa la rabia pertenece al género Lyssavirus, de la familia Rhabdoviridae, explica un artículo del Ministerio de Salud brasileño sobre el tema. Según la fuente gubernamental, la rabia tiene un periodo inicial de incubación y poco después aparecen los signos y síntomas clínicos. Duran una media de dos a diez días, señala el organismo brasileño.
Entre los principales síntomas de la rabia están el malestar general, dolor de cabeza, náuseas, dolor de garganta, irritabilidad, entumecimiento y falta de apetito. También pueden producirse cambios de comportamiento en la persona infectada, entre otras reacciones, señala la fuente gubernamental.
Aparte de los perros, ¿qué otros animales pueden transmitir la rabia?
A pesar de ser los principales vectores de transmisión de la rabia, los perros no son los únicos que propagan la enfermedad a los humanos. Esto se debe a que la transmisión se produce a través del contacto con la saliva de un animal que tiene la enfermedad, ya sea a través de mordeduras, lametones o arañazos de estas especies, refuerza el Ministerio de Salud de Brasil.
“En perros y gatos, el virus se elimina a través de la saliva de dos a cinco días antes de que aparezcan los signos clínicos”, explica la fuente. Esto persiste durante todo el curso de la enfermedad (el llamado período de transmisibilidad) y es importante destacar que el animal infectado con rabia muere, en promedio, entre cinco y siete días después de contraer la enfermedad.
Además de los perros y gatos domésticos, otros animales que pueden transmitir la enfermedad son los cánidos salvajes, como zorros, coyotes, lobos y chacales. Los murciélagos frugívoros e insectívoros también pueden infectarse de rabia (y transmitirla), según un artículo de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), organización gubernamental brasileña de investigación científica.
El virus que causa la rabia pertenece al género Lyssavirus, de la familia Rhabdoviridae. Esta imagen muestra un nuevo virus descubierto en Australia en 1996 que mató a dos humanos. Se ha identificado como miembro del grupo de los Lyssavirus y pariente cercano de la rabia clásica, denominándose lyssavirus del murciélago australiano. La foto es una micrografía electrónica de una sección ultrafina de una célula infectada con el virus descubierto.
Fotografía de Alex Hyatt Laboratorio Australiano de Sanidad Animal (AAHL) de CSIRO Livestock Industries (CC BY 3.0)
La importancia de la vacuna contra la rabia
Causa de miles de muertes durante la Edad Antigua, la rabia también se conocía como hidrofobia, explica Fiocruz. En 1881, el científico francés Louis Pasteur consiguió aislar el virus inoculando conejos por vía intracerebral y preparó la primera vacuna antirrábica en 1884, señala la fuente.
Para evitar la propagación de la rabia, es necesario vacunar a las personas y los animales, especialmente en entornos urbanos. Y, en caso de sospechar que un animal está infectado, se recomienda observar a los perros y gatos que hayan mordido a una persona en un periodo de unos diez días, añade Fiocruz.
“Si muestran signos de rabia, estos animales deben ser sacrificados. La persona que ha sido mordida debe recibir rápidamente la primera dosis de la vacuna antirrábica y las otras dosis 3, 7, 14 y 28 días después de la primera”, finaliza la organización científica.
Fuente: https://www.nationalgeographicla.com/ciencia/2024/09/que-animales-pueden-transmitir-la-rabia