Una importante herramienta para potabilizar el agua podría presentar más riesgos de los que se creía. Un nuevo trabajo de investigación halló que hay relación entre el uso del cloro en el agua y un mayor riesgo de algunos tipos de cáncer.
Los científicos del Instituto Karolinska de Suecia repasaron estudios anteriores sobre el cloro y el cáncer. Y hallaron evidencia de que quienes están expuestos a mayores niveles de subproductos del cloro tenían muchas más probabilidades de sufrir cáncer de vejiga y colorrectal en comparación con quienes están expuestos a niveles menores. Este riesgo asociado se vio a partir de niveles por debajo de los umbrales de seguridad establecidos en EE.UU. y Europa, lo que sugiere que los lineamientos actuales no bastan para proteger al público, según los investigadores.
El cloro se ha utilizado como rutina para desinfectar el agua potable y recreativa desde principios del siglo 20. Contribuyó a erradicar o reducir la propagación de enfermedades peligrosas como la fiebre tifoidea y el cólera. Pero se sabe que el cloro y otros desinfectantes también tienen desventajas, y una de las principales es la formación de subproductos que crean estas sustancias químicas al combinarse con compuestos orgánicos del agua cruda. Los más prominentes subproductos del cloro se llaman trihalometanos (THM). En estudios anteriores se demostró que los trihalometanos pueden causar cáncer en roedores, pero estudios de THM en agua con cloro realizados en humanos los resultados no fueron concluyentes.
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Evidencia limitada en el pasado
Los estudios anteriores tienen más de una década y ha habido otros, potencialmente más informativos sobre el tema desde entonces. Por eso los científicos del Instituto Karoliska buscaron actualizar la investigación
Analizaron datos de 29 trabajos, el último de ellos correspondiente al año pasado. Aunque casi todos los estudios se centraban en el cáncer de vejiga y colorrectal, se evaluaron 14 tipos de cáncer en total. Los investigadores no lograron hallar un vínculo significativo entre la exposición a los THM y otros tipos de cáncer además de estos dos. Pero sí hallaron que los niveles más altos de THM se relacionaban con un 33% de riesgo mayor de cáncer de vejiga, y un 15% mayor para el cáncer colorrectal. Lo importante es que el riesgo añadido aparecía a niveles de THM a partir de 41 partes por mil millones, por debajo del límite regulatorio de 80 partes en EE.UU. y 100 partes en la UE.
“En conclusión, en este estudio sistemático y meta análisis de dosis-respuesta, hallamos evidencia limitada que sugiere que la exposición a los THM en el agua potable aumenta el riesgo de sufrir cáncer de vejiga y cáncer colorrectal”, escribieron en su trabajo, publicado en enero en Environmental Health Perspectives.
Hoy hay otras tecnologías para desinfectar y potabilizar el agua, como el tratamiento con luz ultravioleta. Y potencialmente pueden reducirse los niveles de THM al eliminar la materia orgánica del agua antes de tratarla con cloro. Sin embargo, los investigadores admiten que los datos recogidos hasta ahora no son suficientes como para demostrar el vínculo de causa-efecto entre el uso del cloro y el cáncer.
“Lo que vemos es alarmante, y se requieren más estudios de alta calidad”, le dijo a The Guardian Emilie Helte, quien encabezó el trabajo de investigación.