Redacción Macronews.- Aunque el cerebro humano representa apenas el 2% del peso corporal, consume alrededor del 20% de la energía total del organismo; sin embargo, la evidencia científica indica que el esfuerzo mental incrementa el gasto calórico de forma mínima y muy inferior al que genera la actividad física, de acuerdo con estudios recientes difundidos por la BBC y una investigación publicada en 2025 por Quanta Magazine.
Diversas investigaciones señalan que el cerebro utiliza principalmente glucosa para funcionar y mantiene un consumo energético estable incluso en estado de reposo. Cuando una persona realiza tareas cognitivas complejas —como resolver problemas, memorizar información o concentrarse durante largos periodos— el gasto energético aumenta ligeramente, aunque la diferencia es marginal frente al consumo basal del órgano.
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Un experimento citado por la BBC mostró que estudiantes sometidos a tareas intensas en computadoras y aquellos que permanecieron en reposo gastaron prácticamente la misma cantidad de energía durante el estudio. La variación más relevante se observó después del esfuerzo intelectual, cuando los participantes que pensaron intensamente consumieron en promedio unas 200 calorías adicionales, asociadas a la disminución de glucosa en sangre y a la sensación posterior de hambre.
La neurocientífica Sharna Jamadar, de la Universidad de Monash en Australia, junto con su equipo, analizó datos internacionales y resultados de laboratorio para estimar el gasto metabólico del pensamiento. El estudio concluye que el cerebro quema entre 250 y 350 kilocalorías diarias en reposo, lo que equivale a cerca del 20% de la energía diaria de una persona promedio. Incluso en escenarios de máxima concentración, el aumento calórico representa menos de una caloría adicional por minuto.
Los investigadores explican que la mayor parte de la energía cerebral se destina a funciones basales esenciales como la respiración, el control del ritmo cardíaco, el procesamiento sensorial y el mantenimiento del equilibrio interno del cuerpo, actividades que se mantienen activas tanto durante la vigilia como durante el sueño.
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Especialistas subrayan que, para lograr un aumento significativo en el gasto energético diario, el cuerpo debe involucrarse en actividades físicas. Por ejemplo, caminar a paso moderado durante una hora puede quemar hasta 200 kilocalorías, una cifra muy superior a la generada por una jornada completa de esfuerzo mental.
Tanto la BBC como el estudio de Quanta Magazine coinciden en que pensar más sí consume algo más de energía, pero el impacto en el balance calórico diario es mínimo. Por ello, los expertos recomiendan no sobreestimar el esfuerzo intelectual como método para bajar de peso o modificar el metabolismo, y reiteran que el ejercicio físico sigue siendo la vía más efectiva para incrementar el gasto energético de manera real.
