La siesta durante la infancia es primordial sobre todo en los tres primeros años de vida, período cuando el niño adquiere las bases necesarias para aprender de forma adecuada y a relacionarse con el mundo que los rodea, “esta pausa ayudar al retener información”, mencionó José Martín Arroyo Vargas, coordinador del área de Pediatría del Hospital General Regional (HGR) número17 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Más allá de curar el cansancio prolongado, el sueño facilita el almacenamiento de la memoria a corto plazo y deja espacio para nueva información, en los niños de uno a tres años, una siesta durante el día aumenta las posibilidades de alcanzar un nivel avanzado para discernir lo importante de lo irrelevante.
Una hora de siesta despeja la mente y mejora la capacidad de aprendizaje, según el especialista es muy importante estimular a los lactantes y niños pequeños mediante la lectura, hablarles y enseñarles un amplio abanico de palabras ya que estos estímulos deben llevarse a cabo diariamente.
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Hora del descanso en niños
Las siestas proporcionan al acelerado desarrollo físico e intelectual de los niños en esta etapa, el tiempo de descanso necesario para reponer fuerzas,también ayuda a que los menores no lleguen a estados exagerados de agotamiento y tengan dificultades para dormir por la noche.
“La siesta reduce la hiperactividad y la ansiedad en los niños en un 50%”, confirmó.
El coordinador explica que las horas de sueño se limitan a medida que los pequeños crecen, un recién nacido puede dormir de 16 a 20 horas, se reducen entre 10 y 13 en la etapa que comprende del año a los tres años.