El diario israelí The Marker publicó un reportaje donde señala que el ex presidente Enrique Peña Nieto se habría beneficiado con 25 millones de dólares de dos empresarios israelíes a los que se les había prometido que realizarían lucrativos contratos durante su administración con la venta del software Pegasus, el cual fue utilizado por diversas instituciones mexicanas durante su sexenio.
Lo anterior, según el rotativo israelí, es parte de la disputa legal que sostienen los empresarios Avishai Neriah y Uri Ansbacher, quienes habrían invertido esa cantidad con el hombre mayor de la administración, como se refieren a Peña Nieto en su litigio.
Inicialmente, la disputa entre los dos hombres de negocios fue llevada en un arbitraje secreto y, ante la falta de acuerdo, trascendió una disputa de carácter civil.
La publicación señala que en una primera instancia, Neriah y Ansbacher solicitaron un arbitraje secreto que inició en 2024 bajo la Ley de la Torá (integrado por los primeros cinco libros de la Biblia hebrea, que contiene leyes rituales, éticas, morales y civiles), y en este proceso participaron tres jueces.
Como los empresarios no llegaron a ningún acuerdo, el caso se transfirió del ámbito religioso a la justicia civil a cargo del Tribunal de Distrito de Jerusalén.
En su texto, el periodista refiere que en los documentos obtenidos detectó que Peña Nieto fue el beneficiario de lo que los empresarios consideraron una inversión conjunta en una figura de alto rango.
El conflicto tuvo su origen cuando el empresario Ansbacher solicitó a Avishai Neriah el reembolso de 50 por ciento de los gastos que realizaron de manera conjunta en sus inversiones, las cuales calcularon en 25 millones de dólares.
Según el reporte periodístico, los árbitros –los rabinos Jonathan David Hall, Haim Friedman e Yitzhak Meir Blasberg– encargados de la primera parte de este litigio, señalaron que los empresarios se beneficiaron enormemente y alcanzaron altos cargos en los círculos de poder y funcionarios de las más altas esferas gubernamentales, gracias a sus vínculos con la personalidad, en referencia al ex presidente de México.
Los rabinos explican en los documentos, según el texto publicado por The Marker, y que posteriormente fueron transferidos a la justicia civil, que los empresarios tuvieron gran dificultad para recuperar sus recursos debido a que la personalidad –Peña Nieto– era presidente.