Ciudad de México.- La crisis climática es una de las razones por las cuales las personas de 27 a 45 años deciden no tener hijos, revela un estudio.
La crisis climática es una de las razones por las cuales algunas personas deciden no tener hijos, pues consideran que tendrían que sobrevivir a condiciones «apocalípticas».
Así lo revela un estudio del Yale-NUS College de Singapur, que se basó en una encuesta cuantitativa y cualitativa a 607 personas de entre 27 y 45 años de Estados Unidos.
Debido a las consecuencias negativas del cambio climático, el 96.5 por ciento de los participantes aseguraron sentirse muy o extremadamente preocupados por el bienestar de sus hijos actuales, futuros o hipotéticos.
¿Qué preocupa a las personas?
«Siento que no puedo, sin sentirme culpable, traer a un niño a este mundo y obligarlo a intentar sobrevivir a lo que pueden ser condiciones apocalípticas«. Project Manager de 27 años.
El cambio climático es el único factor para mí en decidir no tener hijos biológicos. No quiero dar a luz niños en un mundo muriendo. Tengo muchas ganas de ser madre, pero el cambio climático se está acelerando tan rápidamente y ya está creando tanto horror que traer a un niño a este desastre es algo que no puedo hacer». Escritora de 31 años.
Una editora y madre de 38 años relató que estaba comprometida a no traer niños a este mundo «condenado», pero entonces conoció a su esposo y quiso tenerlos.
Ya que reside en Florida, Estados Unidos, teme que sus descendientes tengan que enfrentar eventos climáticos extremos, en especial huracanes.
La temporada de huracanes del 2020 en el Atlántico impuso un récord al sumar 30 tormentas tropicales, entre ellas 6 huracanes de categoría tres o superior, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Las altas temperaturas del océano el año pasado fueron las principal «culpable» de esta elevada actividad, explicó Jim Kossin, científico del la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de EUA.
«Ellos me han traído tanta alegría, pero me siento tan culpable por eso. No quiero que tengan que sufrir el futuro que los humanos hemos creado para ellos. Me preocupa que queden atrapados en desastres naturales. Me preocupa que enfrenten los disturbios masivos que resultarán de la pérdida de recursos naturales y la migración climática». Editora de 38 años
Las personas más jóvenes están más preocupadas por los impactos del cambio climático en sus hijos que los participantes más viejos, de acuerdo con la investigación publicada en la revista científica «Climatic Change».
Entre hombres y mujeres, así como entre personas con doctorado y sin este grado, no se encontraron diferencias significativas.
Un pequeño porcentaje de padres confesaron sentirse arrepentidos por haber tenido hijos debido a la desesperación que siente con respecto a la crisis climática.
«Me arrepiento de tener a mis hijos porque me aterroriza que se enfrenten al fin del mundo debido al cambio climático». Profesora de 40 años.
Temen por el planeta
Casi 6 de cada 10 participantes de la encuesta dijeron sentirse muy o extremadamente preocupados por la huella de carbono de la procreación.
La huella de carbono es una medida que cuantifica el impacto de una persona sobre el cambio climático, pues suma el conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero que producen sus actividades, directa o indirectamente.
No tener un hijo es la acción individual que más emisiones puede ahorrar, según un estudio de 2018 de la Universidad de Lund, Suecia, publicado en la revista científica «Environmental Research Letters».
Al no tener un descendiente, una persona puede evitar la emisión de 58.6 toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2e) al año, mucho más que otras acciones, como vivir sin un automóvil (ahorra 2.4 toneladas de CO2e al año) o tener una dieta basada en plantas (ahorra 0.8 toneladas de CO2e al año).
«No puedo procrear a otra persona que continuará destruyendo el planeta, ya que heredará mi estilo de vida del primer mundo. Tampoco puedo vivir con el sentimiento de responsabilidad de haber tomado la decisión de tener un hijo para mi propio placer mientras destruyo exactamente lo que estoy luchando por salvar». Consultor de 32 años.
Por otro lado, algunos de los participantes argumentaron que abordar el cambio climático desde una visión de decisiones individuales es problemático, neoliberal e inefectivo porque no hace frente al problema de forma colectiva.
«Me siento frustrada con la idea de que no debo tener hijos por su huella de carbono a lo largo de su vida. Eso pone un énfasis en el sacrificio y responsabilidad individual, que no refleja las verdades causas de los problemas que enfrentamos con el clima: estos son problemas a sistémicos a gran escala«. Candidata a doctora de 36 años.
FUENTE: Sipse