Entre las consecuencias está el aumento de temperatura en la tierra y del nivel del mar.
En los últimos dos años, lageneración de Gases de Efecto Invernadero(GEI) ha aumentado en el sector turístico, registrando entre 31 y 35 kilogramos por turista cada noche, debido al alto consumo de productos desechables y el uso desmedido de luz.A nivel global, a cuatro meses de que termine el año, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) detectó que la población en el planeta ha agotado los recursos naturales programados para aprovechar este 2015.
A través de un estudio realizado por la asociación Amigos de Sian Ka’an y la empresa consultora EarthCheck, fue posible conocer, a partir de 2013, las tendencias de generación de los gases en el destino turístico.
Tras el análisis permanente, han observado que cada turista por noche llega a generar hasta 35 kilogramos de GEI.
Estos gases absorben la energía solar y la devuelven a la tierra, sin embargo, si la acumulación es excesiva, no permiten que la atmósfera libere el calor acumulado en la superficie terrestre por la acción del sol.
Algunas de las consecuencias de este hecho son el aumento de temperatura hasta de dos grados centígrados, tanto en la tierra, como en el mar, al mismo tiempo que se eleva el nivel, de acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc).
Hasta el momento han trabajado con 40 empresas en las que han medido los niveles de GEI y 68% está establecido en la Riviera Maya, 22% en Benito Juárez y 10% distribuido en Felipe Carrillo Puerto, Chetumal y Cozumel, de acuerdo con Gonzalo Merediz Alonso, director ejecutivo de Amigos de Sian Ka’an.
La proyección para 2035 es aminorar los niveles de emisiones y para ello el sector hotelero ha implementado estrategias que se tratan de la colocación de paneles solares, calentadores solares y sistemas de aislamiento adecuados para evitar el excesivo uso de luz.
Situación a nivel global
A nivel global esta situación genera afectación de los ecosistemas por el cambio del clima y a largo plazo provocará desequilibrio en el hábitat de las plantas y los animales.
De acuerdo con el reporte publicado por el WWF y coordinado por Global Footprint Network, el excedente se calcula dividiendo la biocapacidad del planeta (la cantidad de los recursos ecológicos que la Tierra es capaz de generar ese año), por la huella ecológica de la humanidad (la demanda de la humanidad de ese año), y multiplicando por 365, el número de días en el año 2015.
Las principales demandas a nivel global son de alimentos y fibras de origen vegetal, productos de granja y productos de pescado, madera y otros productos forestales, el espacio para la infraestructura urbana y los bosques para absorber sus emisiones de dióxido de carbono de los combustibles fósiles.
Hay que tomar en cuenta que la población actual es de siete mil 324 millones 782 mil personas y para 2025 estiman que llegue a ocho mil 83 millones 412 mil personas, y de continuar con esta tendencia, el planeta con una medida de 510 millones 72 mil kilómetros cuadrados, no será suficiente para sobrevivir.