Luego de que durante año y medio la Comisión Federal de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), tardara en reglamentar el uso medicinal de la marihuana y su investigación científica, después de que en abril de 2017 con 374 votos a favor, 11 abstenciones y 7 en contra se aprobó en la Cámara de Diputados, ahora todo indica que será una industria floreciente.
Los legisladores votaron a favor de la minuta por la que se reforma la Ley General de Salud y el Código Penal Federal, “para permitir en el país el uso medicinal y científico de la cannabis sativa o marihuana”.
Ahora en la capital del estado de Quintana Roo se informó que la dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios ha recibido 20 solicitudes de permisos para la comercialización de productos que contengan de marihuana, aseguró Miguel Pino Murillo, titular de la dirección.
“En la ventanilla de recepción, se recibe y es la COFEPRIS en sus oficinas centrales la que dictamina. Hasta ahora no tenemos ninguna autorización para venta”, destacó.
Expuso que solo se han dado autorizaciones a nivel nacional para uso farmacéutico a empresas para uso medicinal o creación de medicamentos.
Por lo anterior, la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios en la entidad ha llevado a cabo una serie de operativos de verificación para erradicar de los establecimientos productos que contienen algún derivado de la marihuana.
En Quintana Roo y concretamente en Cancún y toda la Rivera Maya, trascendió que muchas empresas de este ramo vendrían de Estados Unidos, pues sólo estaban a la espera de que los legisladores mexicanos y autoridades se decidan a abrir este mercado, valuado en 1,700 millones de dólares (mdd) en México, cifra que engloba el consumo medicinal y recreativo, según cálculos del fondo de inversión Privateer Holdings.
Si en México se diera el sí a la legalización de la marihuana, los especialistas estiman que se produciría una reacción en cadena similar a la que experimentan lugares como Colorado y Washington, donde desde 2014 ya es legal la comercialización de la planta con fines recreativos y se ha creado una industria boyante.
Fuente: La Verdad