EN ÓRBITA
Los chetumaleños esperan con ansías las obras para concluir por fin la magaescultura, esa mole de concreto y fierro montada en pilotes sobre un islote artificial ubicado sobre el bulevar Bahía, lo cual debe ocurrir este año.
El anuncio del gobernador Roberto Borge Angulo por recuperar la obra escultórica de “Sebastián” (Enrique Carvajal), después de 10 años, activó las esperanzas, no solo porque se eliminará la corrosión y los grafitis en el sitio abandonado, sino porque con una nueva imagen se zanjará el tema de la desidia y el olvido.
Durante esa década, que comprende desde la administración de Joaquín Hendricks Díaz hasta la de Félix González Canto, la monumental escultura fue objeto de repudio, burlas y graves acusaciones por posibles hechos de corrupción.
Con Hendricks iniciaron las faenas, que retomó González Canto, pero por diferentes razones decidió no concluirlas, aun cuando entre ambas administraciones habrían invertido 160 millones de pesos, aproximadamente. La inversión total estimada fue de 280 millones.
La obra promovida por Hendricks ha sido calificada de todo, menos como un posible atractivo turístico de gran valía, para lo que fue concebida, pues incluía originalmente un museo, un planetario, un restaurante y comercios.
El caso es que la escultura quedó con forma de equis unida en sus puntas superiores por una curva, conectada por un puente del bulevar al islote artificial, pero el resto quedó prácticamente en obra negra.
Insisto, de ser un proyecto cultural y turístico, “El Mestizaje” (como también se conoce) se convirtió en un portento del derroche y la aparente corrupción, y en cada elección el tema era usado por la oposición para criticar a los gobiernos priistas.
Ha habido innumerables intentos por recuperarla, pero ninguno ha sido concretado. Recuerdo que tanto la Federación como el Gobierno del Estado anunciaron el año pasado presupuestos millonarios. El Gobierno federal se propuso el rescate mediante el Presupuesto de Egresos de la Federación 2015 con una inversión de 100 millones de pesos para lo que sería el “Museo Cuna del Mestizaje”, aunque por la misma fecha las autoridades del Estado anunciaron un presupuesto local.
Fue en ese mismo 2014, en el Centro Internacional de Negocios y Convenciones de Chetumal con motivo de su tercer informe, cuando el gobernador confirmó la intención, la cual se convierte en una de las decisiones más atinadas en materia de infraestructura turística y cultural en beneficio del sur.
Fue respaldada ampliamente, ya que en ese mismo mensaje adelantó otras, que ya son una realidad, como la transformación de la avenida De Los Héroes, otrora epicentro de la actividad económica y del comercio.
La importancia es que no será una obra aislada. Junto con los trabajos en la Héroes, la mejora en otras avenidas, banquetas y camellones, la nueva Fuente del Pescador y la pujante actividad en el bulevar, la megaescultura podrá convertirse en un sitio de enorme interés para habitantes y turistas, quienes visitan una ciudad que comienza a explotar sus atractivos con estrategias exitosas.
La postura de Borge y su equipo de trabajo es valiente: debió decidir entre invertir o desmantelarla, lo cual hubiese sido un error. Se atrevió por lo primero, en un contexto en que los presupuestos sufren ajustes y los tiempos se acortan por procesos electorales.
En el fondo, los capitalinos esperan con ansías la conclusión de una obra que sin duda será un ícono de identidad, y que, por lo mismo, requerirá un esfuerzo permanente por detonar allí vida cultural.
Por su lado, los empresarios debieran jugar un rol preponderante. Pueden aportar más en el corredor, sobre todo para completar el arreglo de las pequeñas esculturas en la Bahía. Es el momento, tras varios intentos frustrados por revivir la zona con inversión privada.
Esperemos que pronto se concrete, tal como se prevé.