Se sabe que los hoteleros de Cancún, principalmente los que pertenecen a la Asociación, emprenderán una campaña dirigida a los habitantes para “cuidar al turismo”, pues aseguran que estos se han olvidado de su importancia. En concreto, durante los próximos días presentarían ante medios de comunicación avances y logros en el destino gracias a las ganancias generadas por dicha industria, a manera de recordatorio y no de vanidad.
Cuesta creer que los ciudadanos no reconozcan al sector como el motor del progreso, cuando la mayoría depende directa o indirectamente de él, y más cuando la difusión de cifras alentadoras es permanente y la bonanza es notoria.
Ellos, al menos, van con todo. Ante competidores nacionales e internacionales cada vez más fortalecidos, intentan dinamizar la industria y dejar atrás las discrepancias en torno a la nueva directa comandada por Carlos Gosselin Maurel, quien ya ha expresado su compromiso de dirigir hasta diciembre, lo cual “oxigena” la relación entre quienes lo apoyan y los que tienen prisa por sucederlo.
De entrada, la jugada es incrementar el número de asociados, aprovechando la incorporación de 14 hoteles a la agrupación, por lo cual modificaron los estatutos para dar cabida a todos. Claramente, la oferta de casi 27 mil habitaciones de la Asociación en Cancún y Puerto Morelos no resultaba suficiente debido a que esta región ofrece una ventaja competitiva incomparable: la conectividad aérea.
Esto último ha permitido beneficiar a todo Quintana Roo. El ejemplo más evidente es que de enero a marzo la inversión privada en turismo fue de 105.8 millones de dólares, a los que se sumarán 610 millones de cuatro hoteles, con los que este año se llegará a 89 mil 350 habitaciones en el Estado, según confirmó el gobernador Roberto Borge Angulo la semana pasada.
En ese mismo sentido, Jesús Almaguer Salazar, director de la Oficina de Visitantes y Convenciones, sostuvo que el crecimiento de la infraestructura hotelera en los últimos años obedece a la seguridad, a la certeza en la inversión y al nuevo “boom” de la entidad en todos los mercados.
En ese marco, quieren renovar los esfuerzos entre ellos y aplicar todas las estrategias posibles para consolidar al destino como líder en Latinoamérica, apostándole a una competitividad progresiva, con la diversificación de atractivos, capacitación al personal y mejores tarifas.
De hecho, desde abril fueron instalados 11 comités de trabajo en lo que constituye un nuevo capítulo, ya que tendrán a su cargo la atención y el análisis de temas torales, como la recuperación y el mantenimiento de playas, la conectividad aérea y terrestre, la promoción, la revisión de las normatividades, así como las relaciones con los tres órdenes de gobierno.
La estrategia busca sembrar la confianza entre los socios, con los gobiernos y los representantes del turismo del país, ante los cuales se convertirán en gestores en todos los ámbitos para incrementar el potencial del turismo.
En un contexto de nuevos competidores en el Caribe como Cuba o la campaña de otros destinos nacionales; de reacomodo por la nueva directiva; por la llegada de nuevos empresarios, y la supuesta salida de algunos, debo sospechar que los hoteleros se inquietaron. Y me gusta pensar que están sumando voluntades para relanzar a Cancún en todos los frentes y no “creando conciencia” de los atributos del ramo, porque eso, supongo, todos lo tenemos clarísimo a estas alturas. En caso contrario, es casi empezar de cero.
Para esta gigantesca misión no cuenta solo la estrategia de los inversionistas ni el aval de las autoridades: Cancún necesita de todos.