Según la Sociedad Mexicana de Neurología, las enfermedades neurológicas son la primera causa de discapacidad y la segunda causa de muerte en el mundo
Según la Sociedad Mexicana de Neurología, las enfermedades neurológicas son la primera causa de discapacidad y la segunda causa de muerte en el mundo. Afectan a más de 7 millones de personas en nuestro país.
Uno de los problemas del estudio de este tipo de enfermedad es que sólo una fracción de los casos puede atribuirse únicamente a la genética, lo que indica que factores ambientales desconocidos son factores importantes como los químicos con los que interactuamos en nuestra vida diaria.
Un equipo de investigadores de la Universidad Case Western Reserve descubrió los peligros que algunos productos químicos domésticos comunes representan para la salud del cerebro. Los hallazgos, publicados en la revista Nature Neuroscience, sugieren que las sustancias químicas que se encuentran en muchos productos que utilizamos habitualmente, desde muebles hasta productos para el cabello, pueden estar relacionadas con enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple y los trastornos del espectro autista.
Los productos químicos de tu hogar que pueden el riesgo de padecer enfermedades neurológicas
Los autores del estudio, liderados por Paul Tesar, señalan que algunos químicos domésticos comunes afectan específicamente a los oligodendrocitos del cerebro, un tipo de célula especializada que genera el aislamiento protector alrededor de las células nerviosas como la mielina. Sus funciones principales son proporcionar soporte y aislamiento a los axones, las «autopistas» por las que viaja la información en el cerebro, el deterioro de la mielina está detrás de dolencias como la esclerosis múltiple, el Alzheimer o el Parkinson.
Debido a que los compuestos de amonio cuaternario están presentes en muchos productos de cuidado personal y desinfectantes que se han utilizado con más frecuencia desde el inicio de la pandemia de COVID-19, las personas están expuestas regularmente a estos químicos. Y muchos productos y muebles electrónicos contienen inhibidores de fosfato inorgánicos que pueden afectar la protección de las células cerebrales.
FUENTE: EL UNIVERSAL