Ellos huyen cuando sienten que alguien está enojado.
Hay confirmaciones científicas que indican el hecho de que los perros perciben las emociones de las personas con las que conviven a diario.
“Los perros son capaces de distinguir un rostro que está molesto de uno que está feliz, y con estas señas aprenden a conocer a las personas que ven a diario”, expuso Camila Ramírez Cisneros, médico veterinario.
La especialista comentó que ya se han realizado estudios a nivel mundial que confirman esta hipótesis, ya que ellos, así como los humanos aprenden a conocer las expresiones faciales y relacionan comportamientos con éstas.
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Al distinguir estas actitudes, ellos prefieren con mayor frecuencia estar con las personas que proyectan felicidad o buen humor y con quienes les tratan bien, ya que los rostros serios los relacionan con enojo.
Hasta el momento no ha sido posible confirmar si los perros pueden distinguir más allá de estas dos emociones, como la tristeza o la depresión, aunque hay registros de que en estos dos estados emocionales, los perros son capaces de acercarse más a sus dueños.
La distinción entre enojo y tristeza se debe a que el humano es capaz de transmitir expresiones en el rostro y los perros las ven a diario.
Por esta razón, ellos huyen cuando sienten que alguien está enojado, pues al ver el rostro de la persona intuyen que algo no anda bien.
Fuente: Sipse
