La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no fabrica la cantidad de insulina que el cuerpo humano necesita, o bien la fabrica de una calidad inferior. La insulina es la encargada del transporte de la glucosa al interior de las células y al hígado para su transformación en glucógeno. Si el sistema falla, se produce un exceso de azúcar en sangre, denominado diabetes.
Los valores normales se establecen en:
De 80 a 120 mg/dl antes de los alimentos.
Niveles inferiores a 160 mg/dl dos horas después de los alimentos.
Entre 100 y 140 mg/dl antes de irse a dormir.
Causas de la Diabetes
La diabetes afecta al 6% de la población. y las posibilidades de contraerla aumentan a medida que una persona se hace mayor, de modo que por encima de los setenta años la padece alrededor del 15% de las personas. Es esencial educar a los pacientes para que controlen su diabetes de forma adecuada, ya que puede acarrear otras enfermedades tanto o más importantes que la propia diabetes:
Enfermedades cardiovasculares,
Neurológicas
Retinopatía (afección ocular que puede conducir a la ceguera)
Nefropatía (enfermedad del riñón).
El momento de aparición de la enfermedad, así como las causas y síntomas que presentan los pacientes, dependen del tipo de diabetes de que se trate.
Diabetes y alimentación
Diabetes tipo 1:
Las
edades más frecuentes en las que aparece son la infancia, la adolescencia y los primeros años de la vida adulta. Acostumbra a presentarse de forma brusca, y muchas veces independientemente de que existan antecedentes familiares. Se debe a la destrucción progresiva de las células del páncreas, que son las que producen insulina. Ésta tiene que administrarse artificialmente desde el principio de la enfermedad. Sus síntomas particulares son el aumento de la necesidad de beber y de la cantidad de orina, la sensación de cansancio y la pérdida de peso.
Diabetes tipo 2:
Se presenta generalmente en edades más avanzadas y es unas diez veces mas frecuente que la anterior. Por regla general, se da la circunstancia de que también la sufren o la han sufrido otras personas de la familia. Se origina debido a una producción de insulina escasa, junto con el aprovechamiento insuficiente de dicha sustancia por parte de la célula. Según qué defecto de los dos predomine, al paciente se le habrá de tratar con pastillas antidiabéticas o con insulina (o con una combinación de ambas). No acostumbra a presentar ningún tipo de molestia ni síntoma específico, por lo que puede pasar desapercibida para la persona afectada hasta que se hagan patentes sus efectos.
Diabetes y alimentación
Diabetes gestacional:
Se considera una diabetes ocasional. Se puede controlar igual que los otros tipos de diabetes. Durante el embarazo la insulina aumenta para incrementar las reservas de energía. A veces, este aumento no se produce y puede originar una diabetes por embarazo. Tampoco tiene síntomas y la detección se realiza casi siempre tras el análisis rutinario a que se someten todas las embarazadas a partir de las 24 semanas de gestación.
Síntomas:
Los niveles altos de azúcar en la sangre pueden causar diversos síntomas, como:
Visión borrosa
Sed excesiva
Hambre
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Pérdida de peso
Fatiga
Debido a que la diabetes tipo 2 se desarrolla lentamente, algunas personas con niveles altos de glucemia son completamente asintomáticas. La detección precoz puede prevenir o retrasar las complicaciones de la diabetes.
Tratamiento
No existe cura para la diabetes. El tratamiento consiste en medicamentos, dieta y ejercicio para controlar el azúcar en la sangre y prevenir síntomas y problemas.
Diabetes y alimentación
Alimentación:
Junto con el ejercicio, la alimentación, es una de los pilares fundamentales para el control de la diabetes. Debemos desechar el mito de que la dieta del diabético es una dieta insípida y excesivamente restrictiva, nada de eso, una persona diabética puede comer prácticamente de todo, únicamente es necesario unos pequeñas nociones de los alimentos, sobre todo de aquellos ricos en HC, de los que debemos optar por los de bajo índice glucémico (IG). De hecho, su alimentación es totalmente compatible con la del resto de la familia, realizando ligeras modificaciones.
Como hemos mencionado anteriormente, el ejercicio es el mejor aliado para equilibrar los excesos, si un día por algún motivo en particular nos hemos excedido en nuestras ingestas, compensaremos haciendo la caminata más larga, para eliminar el exceso de azúcar en sangre.
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Recomendaciones a seguir:
Realizar de 4 a 6 comidas al día. Es importante respetar los horarios de las comidas, en especial si se inyecta insulina. Cada día debe comer una cantidad igual de los distintos grupos de alimentos. Es bueno seguir las recomendaciones de la pirámide de la salud.
Evitar los azúcares de absorción rápida:
– Azúcar y miel
– Zumos de frutas
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– Alimentos para diabéticos con fructosa
– Bollería, golosinas y helados
Diabetes y nutrición
– No más de 2-3 piezas de fruta al día
– Bebidas azucaradas y colas
– Controlar el colesterol disminuyendo el consumo de huevos, carnes rojas, grasas de origen animal y lácteos enteros. Elimine la bollería y alimentos comerciales con huevo.
Alimentación de un día cualquiera”
En todas las comidas se deben consumir farináceos (hidratos de carbono de absorción lenta). Son la parte más importante de su alimentación:
Pan/Patatas/Arroz/Legumbres/Pastas/Cereales
Las legumbres además aportan mucha fibra y proteínas sin grasas.
Un plato de verdura y un plato de ensalada: son imprescindibles por las vitaminas y fibra que contienen.
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Tres piezas de fruta de tamaño mediano, repartidas a lo largo del día. Evite los zumos, sus azúcares pasan muy rápido a la sangre.
Dos raciones pequeñas de carne (120-130 g) o pescado (150 g).
Tres raciones de lácteos descremados, vaso de leche descremada. un vaso de leche, 2 yogures descremados y 100 gramos de queso fresco.
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Grasa: Consuma grasas sanas (aceite de oliva) en pequeñas cantidades.
Alcohol y café: consulte a su médico o enfermero/a.
PREFERIR
Pescado (mejor que carne)
Aceite de oliva
Pollo, pavo, ternera, conejo y caballo
Cocinar a la plancha, horno o vapor
Lácteos descremados
EVITAR
Partes grasas de cerdo y cordero
Aceite de semillas, mantequilla, margarinas, grasa de cerdo
Alimentos fritos
Lácteos enteros, quesos curados
Fuente: Salud Facilisima