Entre las principales dudas que se ventilan en el ámbito político, está la del efecto en la cosecha de votos que pudiera tener la coalición PAN-PRD, que acogió a un ex priísta como su candidato a la gubernatura. Algunos calculan que las siglas de esos dos partidos, más el nombre de su postulante al gobierno del estado, les otorga una ecuación positiva, como si sólo se tratara nada más de un tema de `márketing´.
Sin embargo, están los números y el contexto del pasado para arrojar luz sobre este tema, donde las variables tienen que ver con el posicionamiento, más o menos, que hubieran construido esos partidos, además del entorno en el que se han de desenvolver en este proceso electoral.
La historia indica que PAN y PRD han venido perdiendo, y por mucho, con los actores que pretenden presentarse en esta ocasión, por tercera vez. Los hermanos Julián y Alicia Ricalde Magaña, están por concretarle la venta de su apoyo a Carlos Joaquín González. Pero obviamente están sobre valorados.
Antes consiguieron hacerse de las presidencias municipales de Benito Juárez e Isla Mujeres en 2011, cuando tenían el apoyo presidencial de Felipe Calderón, y de algunos grupos empresariales que cosecharon beneficios en sus periodos.
Pero vieron frustrados sus segundos intentos y ahora se aprestan por un tercero, con un escenario todavía más adverso para sus aspiraciones.
A este escenario, donde PAN y PRD carecen de la estructura partidista que abandonaron por las razones que sea, tienen que ajustarse al estrecho margen de maniobra que les permite la irrupción del partido de Andrés Manuel López Obrador. El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), tiene un amplio camino recorrido en Quintana Roo, y ha sido sobre los números del PRD y de la oposición al PRI en general.
Con este contexto, se podría adelantar que la alianza PAN-PRD dedicará un gran esfuerzo para construir mediáticamente una campaña resignada a pelear en tribunales lo que no alcanzará en las urnas. Usará y abusará de las asesorías legales para impugnar cada paso inquietante de su adversario, en este caso y de forma clara, el PRI, que cuenta con un voto duro que ha variado escasamente en los últimos procesos electorales.
Pero vamos paso a paso
PAN y PRD ya han trabajado en alianza. De hecho, aquí están repitiendo la misma fórmula con la que alcanzaron alguna vez a hacerse de la presidencia municipal de Isla Mujeres y de Benito Juárez, con los hermanos Magaña: Julián Ricalde y Alicia Ricalde.
Eso ocurrió en 2011, cuando el PAN tenía de presidente en Los Pinos a Felipe Calderón Hinojosa, amigo personal de Alicia Ricalde Magaña, desde que fueron vecinos de curul en la Cámara de Diputados. Ayudó a construir la curiosa alianza de `derecha-izquierda´, César Nava, un calderonista de cepa.
Son datos importantes, porque el apoyo presidencial de aquella época para con los panistas y filo-panistas no era irrelevante ni inocuo. Desde el poder central, el PAN trabajó para respaldar su proyecto político-electoral en Quintana Roo.
Esas son variables de la ecuación que no están presentes ni a favor del PAN y de su aliado el PRD en esta ocasión.
Hay que añadir que la obstinación de los mismos protagonistas es otro ingrediente que no puede sumar a la intención de repetir la historia. Julián Ricalde y Alicia Ricalde, aspiran a resucitar un proyecto que ya no tiene vigencia, en tanto que en sus partidos también hay militantes y activistas que aspiran a tener esa oportunidad, por simple oxigenación generacional. Baste decir que sus actuaciones ya fueron calificadas en el preciso momento en el que el electorado no ratificó sus gestiones cuando en 2013 Alicia Ricalde se presentó nuevamente a contender por la presidencia municipal de Isla Mujeres, cuando Julián Ricalde Magaña impulsó para sucederle a su `delfín´, Graciela Saldaña Fraire.
En sus primeras incursiones, en 2011, tenían el apoyo de la presidencia y aquí en Quintana Roo, se conoció también que hicieron su `cochinito´ con alianzas con grupos empresariales. La historia de `las ligas´ y el dinero que le dio Jaime Hernández Zaragoza fue parte de esa algarada que les permitió ganar esa primera ocasión.
Son elementos que también deben tomarse en cuenta, porque la simple ley de la termodinámica dice que los órdenes tienden al desgaste y al caos.
Morena, creció sobre los números del PRD
La participación de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el único de los institutos políticos en el país que se identifica con una persona (Andrés Manuel López Obrador), hará una diferencia notable en los resultados de la elección que se ha de celebrar en Quintana Roo este cinco de junio entrante, cuando se renueve la gubernatura, el Congreso estatal y los 11 ayuntamientos.
En el recién proceso federal en Quintana Roo, Morena obtuvo poco más de 55 mil votos, mientras que el PRD logró menos del 60 por ciento de esa cantidad. El PAN consiguió 41 mil.
En este mismo proceso el PRI logró más de 132 mil votos y sus alidos, Partido Verde 45 mil y Nueva Alianza 16 mil 500.
En esos procesos los partidos PAN y PRD propusieron a sus mejores cuadros. El PRI también cribó a los candidatos que mejores resultados les arrojarían. En cambio, Morena ni siquiera contaba con candidatos conocidos y rebasó de calle a PAN y PRD, para ubicarse en la segunda posición en el cuadro de fuerzas políticas del estado.
Específicamente en Benito Juárez, la presencia de Morena es notable. Superó también al PAN y al PRD, para quedar debajo del partido que ganó la contienda: el PRI.
En esta ocasión, Morena se presenta con un candidato al gobierno del estado que tiene un curriculum inmejorable. Nativo del estado, conocer del quehacer público, académico y experimentado en las tareas de gobierno, José Luis Pech Várguez cuenta con el apoyo irrestricto de Andrés Manuel López Obrador, quien será actor principal de esta contienda. Sabedor de su posicionamiento, no va a desperdiciar la oportunidad de venir a Quintana Roo las veces que sea necesario, porque hay que recordar que él también está construyendo para el 2018.
Ahora, en el caso del municipio, Morena postula a una comunicadora que cuenta con un gran posicionamiento en los sectores populares y más desprotegidos. Mara Lezama tiene vasta experiencia trabajando en los medios de comunicación más importantes del estado y una gran parte de su labor la dedica precisamente a hacer gestiones para ese segmento, al cual le brinda soluciones a sus problemas cotidianos.
La gente la conoce y la respeta por su trayectoria y cuenta a su favor que nunca ha estado en algún cargo público. Es reconocida como una ciudadana cancunense, comprometida y ejemplar. La lógica dice que, con una campaña respaldada por López Obrador, se va a convertir en un dolor de cabeza para el PRD, de donde provienen en su mayor parte los simpatizantes de Morena.
El voto duro del PRI, con menos afectaciones
En este escenario histórico, el PRI es el partido que tiene las menores variantes en sus resultados electorales. Esto es porque cuenta con un `voto duro´ que les permite hacer proyecciones con más certidumbre, en tanto que sus adversarios tienen enemigos que les quitarán mucho tiempo y les darán verdaderos dolores de cabeza.
Por eso decíamos que PAN y PRD dedicarán más de su tiempo a armar estratagemas legales para tratar de combatir a sus adversarios, que en este caso además del PRI y el Verde, lo serán en primer lugar Morena y desde luego también PT y Movimiento Ciudadano, que van por los votos que esperaban tener en un gran bloque opositor al PRI.
Ese fenómeno se le llama `atomización´ del voto y es el escenario que no quisiera ver PAN-PRD y su candidato ex priísta. Pero que está allí irremediablemente.
