Jorge González Durán
Las elecciones del domingo pasado tuvieron resultados previsibles pero también sorpresas. Los resultados previsibles fueron el triunfo de la alianza PRI-PVEM en los tres distritos electorales de la entidad.
Triunfó de manera contundente “Chanito” Toledo en el distrito 1, con cabecera en Playa del Carmen, cabecera del municipio de Solidaridad. El distrito 1 abarca seis municipios: Cozumel, Playa del Carmen, Tulúm, una parte de Benito Juárez, Isla Mujeres y Lázaro Cárdenas. En todos estos municipios arrasó “Chanito”. Lo interesante de estos distritos es que son tanto del área urbana como de zonas rurales. Una radiografía de lo que es Quintana Roo.
Las victorias de Remberto Estrada y de Arlet Mólgora, por los distritos 3 y 2, respectivamente, también demostraron la capacidad de la estructura del priismo y de la clientela electoral del Verde sustentada en la repartición de canastas en zonas de Cancún seleccionadas con singular estrategia de cooptación.
Los candidatos de los partidos de oposición no tuvieron gran impacto en la ciudadanía. Por el PAN sólo se podría rescatar a Joel Espinosa Moreno, un político con una buena formación y con prestigio. Pero su partido lo dejó prácticamente solo. Mahmud Chnaid Novelo, por el distrito 2, tampoco tuvo relevancia. Y se podría decir lo mismo, la dirigencia de su partido lo dejó solo.
En esta circunstancia se podría explicar la derrota del PAN. Hubo rechazo a su crisis moral, hubo rechazo de la ciudadanía por la forma errática en que se ha conducido su dirigencia tanto nacional como local.
El PRD está atravesando por una situación patética. Su dirigencia estatal, a tono con la nacional, a conducido a este partido al abismo electoral y moral. No tienen proyecto, vaya ni siquiera una idea de cómo conducirse en la nueva realidad política. Están en el limbo, en la inopia política hasta llevarlo a la irrelevancia del que difícilmente se podrá restablecer.
Morena fue una sorpresa, porque sin candidatos conocidos, prácticamente sin campaña, obtuvo un significativo número de votos. Quizá un sector de la sociedad está buscando una alternativa realmente opositora, con una posición ética y políticamente responsable pero firme.
Por la vía de las candidaturas plurinominales, esta columna señaló el martes pasado que Sara Latife Ruíz Chávez, no llegaría a la Cámara de Diputados por la vía plurinominal. Los números, se podría decir, no le cuadran. Aunque todavía no está dicha la última palabra. En cambio, la candidata plurinominal del PAN, Patricia Sánchez Carrillo, podría llegar a la Cámara de Diputados.