1. Las frutas de temporada como la sandía y la verdura tienen un alto poder diurético y son grandes tesoros de la dieta estival.
2. Aunque los horarios del verano pueden tornarse un tanto caóticos, intenta mantener una rutina estable para sentirte bien y establecer hábitos propios de este tiempo.
3. Actualiza tu crema de protección solar porque la del año pasado ya está estropeada. Aplica este producto de forma uniforme media hora antes de exponerte al sol, y después, vuelve a aplicar esta cantidad cada dos horas. Utiliza camisetas de manga corta para proteger hombros y escote durante las horas de máximo calor.
4. Bebe abundante agua. Evita el abuso del consumo de refrescos.
5. Evita las comidas y cenas copiosas y abundantes. Durante el verano, ganan terreno los menús más ligeros pero muy nutriticos. La ensalada es uno de los platos estrella de esta estación.
6. Conviene tener cuidado con los saltos de cabeza a la piscina. Métete al agua mejor de forma gradual por las escaleras.
7. Ten también cuidado con el esfuerzo físico porque las altas temperaturas pueden producir más de un disgusto. En la medida de lo posible, busca la comodidad de tu hogar para reguardarte del calor externo. En la calle, busca las zonas con sombra.
8. Andar en bicicleta es un deporte perfecto para ganar tono muscular y mental durante el verano a través de este ejercicio aeoróbico que empezamos a entrenar cuando somos niños.
9. Elige calzado cómodo, elaborado en material de calidad y con una horma ancha. Si utilizas sandalias, elige un diseño con buena sujeción.
10. Alimenta tu mente en vacaciones a través de la lectura, la actividad de planes sociales, los eventos culturales, el cine… Tu salud no se va de vacaciones
Tu salud no se marcha de vacaciones, por tanto, cuida de ti durante esta estación. Adopta un ocio responsable durante el sábado noche para evitar el consumo excesivo del alcohol.