Lenovo salió bien librada del periodo en el que unos fabricantes se comieron a otros en el mercado de las PC. Aymar de Lencquesaing, nuevo presidente de Motorola Mobile Group, parte del enorme conglomerado que es hoy Lenovo, se pregunta por qué no habría de ser igual con los teléfonos.
El smartphone, como lo conocemos, está muerto. Esa pequeña computadora que muchos de nosotros llevamos a todos lados se ha vuelto indispensable a pesar de haber surgido hace menos de una década, y aun así su evolución se ha estancado. Hoy, quien llegue a una tienda buscando un nuevo teléfono encontrará pocas diferencias entre los modelos disponibles. Lo común a la hora de decidirse por un equipo es hacer un balance entre las especificaciones más altas y el precio más justo. Motorola quiere acabar con eso.
Forbes México platicó con Aymar de Lencquesaing, recién nombrado presidente de Motorola Mobile Group y el hombre que comanda este esfuerzo de transformación. La charla tuvo lugar minutos después de la presentación del Moto Z, el nuevo teléfono modular de la compañía.
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“Dado que nuestro teléfono es un dispositivo tan universal y que lo llevamos con nosotros todo el tiempo, creemos que sería muy cool poder usarlo como una plataforma para hacer otras cosas, y dejar de ponerle límites; ésa es nuestra perspectiva. Es hora de dar a los consumidores la oportunidad de elegir”, asegura De Lencquesaing, quien reemplazó en el cargo a Rick Osterloh hace apenas un par de meses.
El concepto del Moto Z es simple: se trata de un teléfono que debajo del cofre tiene todo lo que podría esperarse de un modelo de gama alta (mucho RAM, mucho poder de procesamiento, mucho de todo). El verdadero secreto está en el reverso, donde un sistema de pins magnéticos permite adherirle módulos (MotoMods) que pueden convertir al gadget favorito de todos en un proyector, una bocina o un teclado virtual, por ejemplo.
“Las opciones son ilimitadas. No sólo están los módulos que nosotros hemos desarrollado; hemos abierto la plataforma a los desarrolladores, así que técnicamente podrías tener tantos módulos como imagines”, afirma De Lencquesaing.
Unas horas antes de la conversación, sobre el escenario principal del Masonic Center de San Francisco, Yang Yuanqing, CEO de Lenovo, la compañía que adquirió a Motorola en 2014, daba detalles sobre esa plataforma de desarrollo: “Más que una presentación de productos, se trata de compartir nuestra visión para los próximos años. Las adquisiciones de Motorola y System X (el negocio de servidores que compró a IBM también en 2014) son los ladrillos con los que construiremos nuestro futuro.”
Una muestra de esos afanes revolucionarios es que Lenovo no se limita a buscar que empresas de todos tamaños hagan su aportación en forma de MotoMods; quiere convertir su plataforma en el estándar de la industria y que otros fabricantes de teléfonos la adopten para crear un ecosistema modular interoperable entre marcas. “Éste es un habilitador para negocios de todos tamaños, los que podrán aprovechar la plataforma para ofrecer servicios y aplicaciones conectadas a la nube”, añade De Lencquesaing.
Fuente: Forbes