En México alrededor de 4 por ciento de las unidades de medicamentos que circulan en el mercado es ilegal y representa ganancias para los grupos delictivos de 150 millones de dólares anuales aproximadamente, de acuerdo con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
No obstante, se trata de una cifra que, aunque es “preocupante”, reconoció el titular de la Cofepris, Mikel Arriola, está por debajo de lo reportado por la Organización Mundial de la Salud, que en un informe reciente situó este problema en 10 por ciento a escala global.
«Mercado negro»
“La OMS en un documento reciente plantea que el mercado ilegal en el mundo es de 10 por ciento. México calificaba en 2011 con 6 por ciento, bastante abajo, ya que África anda en 35% y algunos países de Europa del Este entre 20 y 25%; nosotros ahora estamos en 4%”, destacó en entrevista con MILENIO.
No obstante, el funcionario subrayó que, “cualquier cifra arriba de cero en materia de mercado ilegal de medicamentos debe ser una preocupación para la autoridad”.
Las unidades que hay en dicho mercado se componen en 60 por ciento de medicinas mal manufacturadas, 15% corresponde a muestras médicas, 15% son fármacos caducos, 10% es desviado del sector público y menos de 1 por ciento es medicamento pirata.
“México es de los países con los índices más bajos de falsificación dentro de la OCDE y de la métrica mundial. Estamos en menos de 1 por ciento, y ¿cuál es la lógica? Es más redituable desviar muestras médicas que ponerse a manufacturar”, explicó.
En ese mercado negro principalmente se ofertan medicamentos para tratar enfermedades crónicas degenerativas como diabetes, males cardiovasculares, padecimientos oncológicos y los relacionados con la disfunción eréctil.
“Estamos hablando que el valor de este mercado alcanza, si promediamos, 150 millones de dólares frente al formal, en el que circulan 2 mil 700 millones de unidades en el país y cuyo comercio genera 200 mil millones de pesos anuales”, detalló Arriola.
Hasta el momento, dijo, no se ha reportado víctimas mortales o afectadas por consumir este tipo de medicamentos, aunque redoblarán los esfuerzos en el área de los caducos que se almacenan en los hogares, pues pierden su efecto curativo con el tiempo sin que las personas estén conscientes de eso.
Estrategia de combate
La Cofepris, junto con el SAT y la PGR, han implementado una serie de mecanismos para combatir el mercado ilegal. “Han aumentado en los últimos tres años en 13 mil por ciento los aseguramientos: pasamos de 2.5 toneladas en 2010 a 350 de medicamentos confiscados en el mercado ilegal hasta 2015”, subrayó Arriola.
También ha atacado este comercio ilegal liberando mayor número de medicamentos genéricos, que se venden 61% más baratos en farmacias y atienden 71% de las enfermedades con mayor índice de mortalidad, como diabetes, padecimientos cardiovasculares y cáncer.
Esta estrategia, aseguró el titular de la Cofepris, ha impedido que los grupos delictivos se expandan en el país y afecten a la industria formal.
“En el caso del Viagra, nosotros empezamos alrededor de 2011 a liberar genéricos… llevamos 27, con costos alrededor de 90% menores. Esto quiere decir que una caja de cuatro pastillas que costaban antes 600, 700 pesos en algunas farmacias, hoy valen 50 pesos”, ejemplificó.
Los genéricos también han incrementado la capacidad de acceso y adquisición de las familias: en 2010, 50% de las unidades que se consumían eran de ese tipo, en la actualidad abarcan 85%.
Se han autorizado cerca de 360 genéricos nuevos. En el caso de los precios de tratamientos destinados a diabetes y padecimientos oncológicos, estos costos han disminuido hasta 90%.
Esa industria ha crecido, de 2008 a 2010, 2% anualmente, y a partir de 2011, con la política de acceso a genéricos, ese crecimiento se ubica en 13.2%.
A ello se suma que se ha fortalecido el Seguro Popular con mayores recursos del Fondo de Gastos Catastróficos, “se fue de 25 mil millones de pesos en 2004 a más de 60 mil millones hoy en medicamentos”, detalló Arriola.
Arriola también destacó que México cuenta con un modelo de trazabilidad que consiste en seguir el origen y destino de un lote de fármacos y toda la cadena: industria, distribuidores, farmacia y consumidor final. Además, hay un registro sanitario otorgado de la Cofepris que también es rastreable.
( FUENTE MILENIO)