Una nueva enfermedad que provoca la mortandad de arrecifes por el desprendimiento de tejido en los corales ha sido detectada en formaciones arrecifales de Puerto Morelos y Cozumel, por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la organización Healthy Reefs.
Originalmente, este padecimiento —que consume el tejido vivo de los corales, dejando expuesto el esqueleto—, se detectó durante 2014 en arrecifes de la Florida, en Estados Unidos.
Ahora está afectando a los corales quintanarroenses, que forman parte de la segunda barrera arrecifal más grande del mundo: el Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM).
Estrés ambiental extremo
Los especialistas desconocen si la causa es un “estrés ambiental extremo” o la “marea marrón en descomposición” provocada por los recales masivos de sargazo y su acumulación en las playas.
“En Puerto Morelos, esta epizootia [epidemia] se ha vuelto importante a partir de este año y no se sabe si realmente es resultado de una propagación o de un estrés ambiental severo, como el que podría provocar la marea marrón del sargazo en descomposición. El efecto en especies y sitios en el tiempo parece ser muy variable, pero es indudablemente un impacto mayor a los observados comúnmente”, indicó la agrupación
Healthy Reefs expuso que, aunque las enfermedades y el blanqueamiento de los corales son afectaciones cada vez más comunes, ya sea por el calentamiento global o la contaminación por aguas residuales, esta nueva enfermedad “no tiene precedente”, pues afecta a un promedio de 20 de las más de 45 especies de corales de las costas del estado, entre ellas los emblemáticos corales cerebro y los importantes corales masivos pilar y estrella.
Mortalidad alta
Las tasas de mortalidad que provoca este padecimiento son altas, pues los corales afectados mueren en cuestión de semanas; su rango geográfico es muy amplio y sigue extendiéndose cada mes desde hace cuatro años.
Hasta ahora el agente de la enfermedad todavía no ha sido identificado. Científicos de clase mundial estudian las muestras de los tejidos para tratar de identificar en ellos los patógenos potenciales.}
FUENTE: DIARIO DE YUCATAN