Con el grito de «¡vivos se los llevaron y vivos los queremos!», familiares de los 43 estudiantes desaparecidos hace más de seis meses en Guerrero, en el sur de México exigieron este martes justicia en una manifestación ante la Casa Blanca, y urgieron al gobierno estadounidense a revisar la relación con su vecino del sur.
«Nosotros no hemos cerrado el caso. Vamos a seguir exigiendo justicia, que se esclarezcan los hechos y se castigue a los culpables», dijo Anayeli Guerrero de la Cruz, hermana de Jhosivani Guerrero de la Cruz, uno de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos desde septiembre pasado.
Guerrero de la Cruz llegó a Washington en la llamada Caravana 43, una gira por Estados Unidos que comenzó a mediados de marzo en San Antonio, McAllen y El Paso (Texas) y acabará el 26 de abril, cuando se cumplen siete meses de la desaparición de los jóvenes, con una jornada de movilización global.
«Plan México. Estados Unidos pone las armas y México pone los muertos. Ayotzinapa 43» era el mensaje principal de la pancarta, negra, blanca y roja, que presidía la concentración, a la que acudió una decena de personas y se prolongó durante 45 minutos.
Los manifestantes enarbolaron una bandera mexicana con el número 43 y gritaron consignas como «ni con tanques, ni metralla, los padres no se callan» y la conocida, «¡vivos se los llevaron y vivos los queremos!».
Guerrero de la Cruz sostuvo durante la concentración una foto en blanco y negro de su hermano Jhosivani, de 20 años, «una persona muy especial» por la que «seguirá traspasando fronteras», dijo.
Durante la protesta, el portavoz de la Caravana 43, Felipe de la Cruz, exigió a Estados Unidos que suspenda la asistencia que otorga desde 2008 a las fuerzas de seguridad mexicanas a través del Plan Mérida, para combatir el narcotráfico o el blanqueo de capitales.
«No más recursos, no más armas que acaban en manos del Ejército y sirven al gobierno mexicano para reprimir a los que protestan por la verdad y la justicia», exigió De la Cruz.
El portavoz de la Caravana y los familiares de los estudiantes volvieron a pedir al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto que abra nuevas líneas de investigación para esclarecer lo ocurrido el 26 de septiembre en Iguala.
Ese día, según la investigación oficial, miembros del cártel de Guerreros Unidos, en una alianza con policías corruptos, asesinaron e incineraron los cadáveres de los estudiantes en un vertedero de Cocula, en el estado de Guerrero, pero los allegados de las víctimas rechazan esta versión.
«El gobierno no nos quiere ayudar. El gobierno nos ha cerrado las puertas», aseguró Clemente Rodríguez Moreno, que durante la protesta sostuvo una pancarta con la imagen de su hijo Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, uno de los desaparecidos.
«Pedimos al presidente Barack Obama que no mande recursos a México. Porque ese dinero se invierte en policías, armas y asesinatos», alertó Alfonso Rodríguez Telumbre, que aseguró que seguirá luchando para que el caso no se olvide.
Con este objetivo, los padres se reunirán este martes con personas que han sufrido la violencia policial en Estados Unidos, en un encuentro bautizado «Desde Ferguson a Ayotzinapa: Una conversación entre comunidades sobre la violencia del Estado».
La reunión busca construir «puentes de solidaridad» entre la comunidad mexicana y la afroamericana, que reaccionó con protestas a la muerte en agosto pasado de un joven negro desarmado a manos de un agente blanco en la ciudad de Ferguson.
(Fuente sipse)