Las autoridades mexicanas rescataron a 49 indígenas mixtecos del sureño estado de Guerrero, incluidos 13 menores, que eran explotados en un campo agrícola en Colima, al oeste de México.
El secretario de Trabajo, Alfonso Navarrete, informó en conferencia de prensa que el fin de semana pasado, tras una denuncia ciudadana, se llevó a cabo una inspección en un predio dedicado a la siembra de pepino, ubicado en el poblado El Diezmo.
Durante la revisión, dijo, se detectó que los indígenas y sus familias «trabajaban en condiciones insalubres, con riesgo inminente para su salud ante las altas temperaturas del lugar y sin ningún tipo de protección para estas circunstancias».
Los inspectores también hallaron «a menores trabajando en las líneas de carga y logística».
Según testimonios recabados, «los jornaleros reciben un pago de tres pesos por cada cubeta de pepino y trabajan desde las 6 de la mañana hasta las 4 de la tarde», apuntó el secretario.
Los indígenas señalaron a un «enganchador» de su misma comunidad como responsable de llevarlos a distintos campos agrícolas de los estados de Colima, Jalisco, Michoacán y Sinaloa. Además, dicha persona también les vendía productos básicos para su supervivencia, en una especie de tienda de raya.
Los trabajadores «no cuentan con ninguna prestación de ley, no se les proporcionan alimentos suficientes y adecuados e incluso los materiales para construir sus precarias viviendas eran sufragados de sus propios ingresos», añadió Navarrete.
Por ello, la Secretaría del Trabajo ordenó la restricción de operaciones del campo y emitió 64 medidas de corrección inmediata.