El Gobierno de Estados Unidos ha repatriado por vía aérea a haitianos y México ha tratado de trasladar a los migrantes en autobús y en avión a sus estados del sur.
Un campamento fronterizo ha sido desalojado de los miles de migrantes haitianos que llegó a albergar, informó este viernes un juez del condado de Texas, mientras los vuelos de deportación desde Estados Unidos y el traslado a México han cerrado un capítulo que agitó la política estadounidense la última semana.
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El juez del condado de Val Verde, Lewis Owens, quien ha estado vigilando el número de personas en el improvisado campamento, informó que sólo quedaban “rezagados” de las hasta 15 mil personas que acamparon a orillas del Río Grande, fronterizo con México, hace una semana.
Un testigo explicó a Reuters que el conjunto de refugios y tiendas improvisadas, similar a un poblado de chozas, prácticamente había desaparecido el viernes por la tarde, mientras trabajadores retiraban los últimos escombros.
Además del polémico uso de los vuelos de expulsión por parte del gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que han transportado al menos a mil 400 personas de vuelta a la inestabilidad de Haití, México también ha tratado de trasladar a los haitianos en autobús y en avión a sus estados del sur, lejos de su frontera norte.
Otros miles se encuentran en centros de detención estadounidenses y varios cientos han sido liberados en Texas.
El viernes, Reuters informó que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) consultó formalmente a Brasil si recibiría a algunos haitianos que estaban acampando a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, según dos fuentes con conocimiento de la solicitud.
Muchos de los haitianos que llegan a la frontera con Estados Unidos han vivido previamente en Brasil y Chile, mientras que otros han transitado por países sudamericanos.
Biden se ha enfrentado a fuertes críticas en los últimos días por las expulsiones a Haití, incluso en una carta de dimisión del enviado especial a ese país, Daniel Foote, quien dijo que la nación caribeña era un estado colapsado.
El Gobierno estadounidense amplió en mayo la protección temporal contra la deportación a los haitianos desde su territorio, alegando la crisis política, los abusos de derechos, la delincuencia y la falta de acceso a alimentos, agua y atención sanitaria en la nación más pobre del hemisferio occidental.
Desde entonces, el presidente de Haití fue asesinado y el país sufrió un devastador terremoto.
La dimisión de Foote se produjo tras la indignación generalizada que provocaron las imágenes de un guardia fronterizo estadounidense a caballo desplegando una soga similar a un látigo contra los migrantes haitianos que eran perseguidos cerca de su campamento.
El viernes estaban programados al menos otros cinco vuelos para llevar a haitianos desde el campamento fronterizo, según mostró el sitio en internet de seguimiento de vuelos Flightaware.
Regresan voluntariamente 8 mil haitianos a México
El secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Alejandro Mayorkas, informó que se habían encontrado cerca de 30 mil migrantes en Del Río Grande en las últimas dos semanas.
Más de 12 mil tendrán la oportunidad de presentar su caso de protección ante un juez de inmigración de Estados Unidos, se estima que 8 mil regresaron voluntariamente a México y 2 mil fueron expulsados a Haití. El destino de los demás detenidos está por decidirse.
Buscando equilibrar la indignación por el trato a los migrantes el fin de semana por parte de algunos guardias fronterizos a caballo, el alcalde de Del Río, Bruno Lozano, elogió a los agentes por tratar de proporcionar alimentos y atención médica en circunstancias difíciles.
“No tener víctimas mortales cuando teníamos 15 mil personas es un fenómeno, estoy muy agradecido”, afirmó Lozano, citando la población del campamento cuando alcanzó su nivel más alto.
Mayorkas prometió una rápida investigación del incidente, en el que los guardias montados usaban riendas para amedrentar a los migrantes. (Rts)
Fuente: Aristegui