EN EUROPA, SIETE MUERTOS Y GRAVES INUNDACIONES POR LAS LLUVIAS TORRENCIALES
El paso de la borrasca Boris por Europa central ha hecho estragos este fin de semana con lluvias torrenciales que han causado, al menos, siete fallecidos en Rumania, Polonia y Austria, además de anegar cientos de localidades y obligar a la evacuación de miles de personas. Rumania se ha llevado la peor parte del temporal después de que cinco personas hayan fallecido desde el sábado en la provincia de Galati, en el sureste del país, y al menos dos continúen desaparecidas, según el Ministerio de Interior. Las víctimas mortales fueron encontradas en sus viviendas en Pechea, Draguseni, Costache Negri y Corod. Algunas no podían moverse de sus camas y otras fueron encontradas en los patios de sus hogares.
El primer ministro, el socialdemócrata Marcel Ciolacu, admitió en un campamento levantado en Slobozia Conachi (provincia de Galati) para acoger a los afectados, que aún “hay muchos nervios y tensión” en la zona, pero la situación empieza a estar “bajo control”. Con el objetivo de coordinar las operaciones de vigilancia, búsqueda y rescate, el Ejecutivo rumano ha activado un centro de mando en la capital, Bucarest, y un comité interministerial de emergencia.
Las entradas de agua se tragaron decenas de coches y animales, inundaron más de 5.000 viviendas, dejaron 25.000 casas sin electricidad y al menos 15.000 personas se han visto afectadas, según informó el Ministerio de Interior. Las autoridades evacuaron al menos a 320 ciudadanos de 22 municipios en los condados de Argeș, Bacau, Galați, Iași, Neamț, Timiș y Vaslui, en el sur y el este del país. La situación allí continúa siendo crítica. Unos 30 camiones transportaron comida, sacos de dormir y mantas a los afectados.
“El trabajo de mucha gente se esfumó en media hora. Toda la aldea de mi infancia está bajo el agua”, se lamentaba Oana Deliu, que pasó su niñez en Slobozia Conachi, donde el fuerte temporal ha provocado daños en más de 700 viviendas. “Lo que queda allí son casas llenas de barro, objetos mojados y una inmensa tristeza, ira y resignación”, aseveraba esta mujer.
Las autoridades se han visto obligadas a abrir un boquete en la presa del río Sucu, en la provincia de Galati, para aliviar la crecida, anunció este domingo el presidente del Senado, el liberal Nicolae Ciuca. “La situación es dramática; las medidas deben continuar, debe haber todo lo necesario para gestionar las necesidades de apoyo a la población, así como las de infraestructuras”, declaró Ciuca.
CON INFORMACIÓN DE: EL PAÍS