Las cenizas del líder de la revolución cubana fueron depositadas en el panteón de Santiago después de que su hermano Raúl, presidente de Cuba, anunciara que el país seguirá siendo socialista.Nueve días después de haber muerto y luego de que sus cenizas recorrieran buena parte de la isla del Caribe, Fidel Castro Ruz fue despedido en privado por su familia este domingo en el panteón de Santa Ifigenia.
Una noche antes, su hermano, el presidente Raúl Castro, encabezó un acto político ante miles de santiaguenses, en el que recordó que pese a los augurios en contra Cuba siguió siendo socialista luego de la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y aseguró que el país combatirá “cualquier obstáculo, amenaza o turbulencia” en contra del proyecto que impera en el país desde que triunfó la revolución de 1959 liderada por el fallecido Castro.
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“Ante los restos de Fidel -arengó el presidente Raúl- en la plaza de la Revolución de la Plaza Mayor General Antonio Maceo, en la heroica Santiago de Cuba, juramos defender la patria y el socialismo, y juntos reafirmemos la sentencia del titán de bronce: “quien intente apropiarse de Cuba recogerá el polvo de su sangre anegada si es que no perece en la lucha””.
Los restos de Castro arribaron a esta ciudad, la segunda más poblada del país, poco antes del mediodía del sábado. Hicieron una breve parada en el Parque Céspedes, un céntrico espacio donde se encuentran la Asamblea local del Poder Popular, el Hotel Casa Grande, la Catedral, el Banco Nacional de Cuba y el Museo Casa Heredia. Tal como sucedió a lo largo de su camino a Santiago, la urna fue recibida por miles de personas mientras llegaba a la ciudad escoltada por decenas de vehículos terrestres y un helicóptero de las Fuerzas Armadas. “Cayó una llovizna cuando llegó Fidel. Una llovizna apretó, fue algo natural. Ese es Fidel. Fidel es un santo”, dijo una mujer al paso de la Caravana.
Además de Santo, Hijo sagrado de la Patria, Genio Político, Intelectual comprometido, Lo más puro, Quijote de todos los tiempos, Campeón, Héroe eterno, Revolucionario completo, Gigante, Comandante en Jefe, Soldado ejemplar, Padre mío y Profeta, son algunos de los adjetivos escuchados este fin de semana en los homenajes públicos a quien gobernara este país durante casi 50 años, en los cuales se anularon las relaciones con Estados Unidos, ubicado a 90 millas de distancia.
En el Parque Céspedes estuvieron presentes también los cubanos detenidos por espionaje en Estados Unidos, quienes, luego de la intensa campaña internacional “Por la libertad de los cinco héroes” protagonizada en vida por Fidel Castro, fueron regresados a Cuba por el gobierno de Barack Obama, como una muestra por avanzar en el proceso de reanudar relaciones, algo que tras el triunfo de Donald Trump vuelve a ser incierto.
Para el acto político masivo de Santiago estuvieron de nuevo en Cuba el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el de Bolivia, Evo Morales, al igual que los ex mandatarios de Brasil, Lula Da Silva y Dilma Roussef. Aunque la televisión oficial mencionó que estaría presente el futbolista Diego Armando Maradona, este no fue visto en ninguna actividad pública.
Al evento masivo, además de los miles de pobladores, llegaron turistas de diversos países del mundo. A nombre de los 50 chinos que viven en Santiago, Izan ondeaba la bandera más grande de las que había entre los asistentes al acto, la del país asiático y comunista en el que el gobierno cubano parece inspirarse ahora para continuar con su proceso socialista.
Durante el acto, hablaron los líderes de las principales asociaciones obreras, campesinas, estudiantiles, artísticas, comunistas, de mujeres, de veteranos de guerra y vecinales de la isla, quienes refrendaron su respaldo al socialismo y al gobierno encabezado por Raúl Castro. “Todos, en un bloque monolítico, veteranos y jóvenes reiteramos la unidad bajo cualquier circunstancia”, dijo el General José Antonio Carrillo, Presidente de la Asociación de Veteranos.
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A su vez, Carlos Rafael Miranda, el Presidente de la Asociación de los Comités de Defensa de la Revolución, que es el principal órgano de vigilancia interna del gobierno, aseguró que los 8 millones y medio de miembros de la organización se encontraban alerta desde que se conoció la muerte de Castro, el pasado 25 de noviembre.
Los oradores enumeraron también algunos logros de la revolución cubana, como la desaparición del latifundismo, después de que se creara una ley de reforma agraria para que 200 mil campesinos se convirtieran en dueños de la tierra que cultivaban. También resaltaron la campaña que erradicó el analfabetismo de la isla y los avances médicos que permitieron, entre otros logros, que la tasa de mortalidad infantil de Cuba sea menor que la de Canadá y Estados Unidos.
El escritor Miguel Barnet, presidente de la Asociación de Artistas, consideró que Fidel “rompió el esquema de la política. La hizo un arte para llevar felicidad a los demás” y aseguró que “ninguno de sus contemporáneos podrá medirse en su estatura de gigante”, además de que explicó que su pensamiento estaba nutrido tanto de las ideas de Carlos Marx, como las del libertador Simón Bolívar y José Martí.
Al cabo de una hora de participaciones, Raúl dio un discurso en el que rememoró el periodo de crisis especial que atravesó la isla tras la caída de la Unión Soviética. Incluso, volvió a leer gran parte del discurso que había dado en aquellos momentos de crisis. En nombre del Consejo de Estado, del Partido y de la familia, agradeció las condolencias.
También reveló que Fidel pidió en las últimas horas antes de morir que no hubiera ningún edificio ni calle ni estatua en su honor, por lo que anunció que harán una ley para prohibir cualquier homenaje en su honor.
Unas horas después, a las 7 de la mañana del domingo, la urna con los restos de Castro entró finalmente al panteón de Santa Ifigenia.
Fuente: SDP noticias