MÉXICO NO LOGRA EXENCIÓN DE ARANCELES DEL 25% AL ACERO Y ALUMINIO IMPUESTOS POR ESTADOS UNIDOS
Ciudad de México, 12 de marzo de 2025. — México no consiguió quedar excluido del arancel del 25% que Estados Unidos impondrá a las importaciones de acero, aluminio y productos derivados de estos metales, originarios de todo el mundo. La medida, anunciada por el presidente Donald Trump, entrará en vigor a partir de la medianoche del 12 de marzo (hora de Washington, DC), lo que equivale a las 10:00 p.m. en México.
Proteccionismo de Trump se mantiene firme
A pesar del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (TMEC), el presidente Trump ha mantenido su política proteccionista, argumentando que estas medidas son necesarias para proteger la seguridad nacional y recuperar la industria estadounidense. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, realizó gestiones en Washington para evitar la aplicación de los aranceles, pero no logró obtener una exención para México.
Impacto en México y Canadá
México y Canadá, socios comerciales clave de Estados Unidos, serán los más afectados por esta medida. Según datos de 2024, las exportaciones mexicanas de acero y aluminio a Estados Unidos sumaron 34,830 millones de dólares, mientras que las canadienses alcanzaron los 34,144 millones de dólares. En el caso de México, las exportaciones se desglosan en: acero (3,499.9 millones de dólares), derivados de acero (8,042.8 millones), aluminio (396.9 millones) y derivados de aluminio (22,890.3 millones).
Estrategia de México: esperar al 2 de abril
Ante la imposición de los aranceles, la presidenta Claudia Sheinbaum informó en su conferencia matutina que México esperará hasta el 2 de abril, fecha en que la Casa Blanca anunciará aranceles recíprocos a nivel mundial, para definir su estrategia. “Vamos a esperar al 2 de abril para tomar una decisión definitiva sobre si se ponen aranceles recíprocos al acero y al aluminio”, declaró Sheinbaum.
La mandataria también destacó que su gobierno está trabajando de cerca con la industria siderúrgica mexicana para mitigar el impacto de estas medidas. “Hay muy buena relación con todos los acereros, estamos trabajando con los productores nacionales”, afirmó.
Preocupación en la industria mexicana
Las empresas nacionales habían exigido al gobierno mexicano una defensa firme de sus intereses y la imposición de aranceles recíprocos a las importaciones estadounidenses de estos materiales. Desde que se anunció la medida en febrero, la administración de Sheinbaum ha intensificado la vigilancia en las aduanas para evitar el ingreso de acero chino y ha extendido la vigencia de cuotas compensatorias en ciertos productos asiáticos.
Cambio en el modelo comercial mundial
El subsecretario de Comercio Exterior, Luis Rosendo Gutiérrez, quien participó en las negociaciones en Washington, señaló en un mensaje en la red social X (anteriormente Twitter) que Estados Unidos está regresando al proteccionismo comercial por razones de seguridad nacional. Aunque el mensaje fue borrado poco después, Gutiérrez destacó que este cambio en el modelo comercial mundial prioriza la seguridad económica sobre el precio y la competitividad.
“Lo que ha logrado México en los últimos 30 años en materia comercial, y particularmente en los últimos 6 años, no solo le permiten afrontar este nuevo reto, sino incluso salir fortalecido dentro de los inicios de lo que ya se percibe como un nuevo paradigma”, concluyó Gutiérrez.
Consecuencias inflacionarias
La imposición de estos aranceles tendrá un impacto inflacionario en una amplia variedad de productos, desde autos y electrodomésticos hasta estructuras para la construcción en el caso del acero, y latas, paneles solares y vehículos en el caso del aluminio. Además, la medida podría afectar las cadenas de suministro y aumentar los costos para los consumidores en ambos países.
Futuro incierto en las relaciones comerciales
Con esta decisión, Trump refuerza su política de proteger la industria estadounidense, aunque a costa de tensionar las relaciones comerciales con sus principales socios. México, por su parte, se prepara para enfrentar este nuevo escenario con una estrategia que combina diálogo, defensa de la industria local y posibles medidas recíprocas, mientras busca adaptarse a lo que parece ser un nuevo paradigma en el comercio internacional.