POZOLE: DE ALIMENTO RITUAL PREHISPÁNICO A SÍMBOLO DE IDENTIDAD EN LAS FIESTAS PATRIAS
Redacción Macronews
Cancún, 15 de septiembre del 2025.– Más que un platillo festivo, el pozole esconde un origen ancestral ligado a ceremonias sagradas de las culturas prehispánicas, particularmente entre los mexicas, donde era considerado un alimento ritual cargado de simbolismo y poder.
El término proviene del náhuatl pozolli, que significa “espumoso”, en referencia al maíz cacahuazintle que al cocerse con cal se esponja, dándole su aspecto característico. En tiempos precolombinos, el pozole se preparaba en honor a deidades como Xipe Tótec o Huitzilopochtli, y de acuerdo con crónicas como las de fray Bernardino de Sahagún, incluía carne humana proveniente de sacrificios rituales.
Con la llegada de los conquistadores en el siglo XVI, la práctica fue prohibida y la receta transformada: la carne de cerdo sustituyó a la humana, manteniendo el carácter ceremonial, ahora adaptado a celebraciones religiosas y posteriormente a las fiestas nacionales.
Hoy en día, el pozole es un emblema de la gastronomía mexicana y se disfruta en diferentes variantes según la región: blanco en la Ciudad de México y Guerrero, rojo en Jalisco y el occidente del país, y verde en el sur, con ingredientes como pepita de calabaza y tomatillo.
Más allá de su sabor, el pozole simboliza identidad y unión familiar. Su preparación sigue siendo un acto colectivo que mantiene viva la herencia cultural de México, especialmente durante las conmemoraciones patrias.