Sospechas y acciones reprobables de los partidos políticos han generado desconfianza entre la ciudadanía de cara a las elecciones.
No es una revelación decir que en México cada que hay una elección, de cualquier tipo, hay un ambiente de miedo al famoso fraude electoral. Esto suele ser confuso pues México es de los países que más invierten en una contienda electoral, sin embargo, los años pasan y el sentimiento de fraude sigue creciendo.
Veámoslo de esta forma: sólo para estas elecciones se destinó un presupuesto de 28 mil 022 millones de pesos, cifra que sirvió para imprimir las boletas electorales en papel de alta tecnología, marcadores indelebles, protección y un sinfín de cosas que en cualquier otro país podría sonar exagerado, pero bueno, estamos en México.
Las elecciones en México son de las más caras del mundo. (Foto: Milenio)
¿Mucha seguridad, pero y los fraudes de dónde?
Lo que también es cierto es que, a pesar de la gran inversión, el sentimiento de fraude viene de la historia reciente donde se han presentado casos en los que un sector de la población ha considerado que hubo fraude electoral. Este sentimiento se explica muy bien al saber que en el país sólo el 33.3 por ciento de los mexicanos tiene mucho o algo de confianza en los institutos electorales, de acuerdo con el Inegi.
La pregunta aquí es ¿dónde nació ese temor? Aunque siempre han sido supuestos, porque no se ha demostrado lo contrario, estos son algunos de los casos más emblemáticos de sospecha de fraude en las elecciones de México.
1958: El poder del Gobierno
Aunque se trata de una fecha muy lejana, historiadores remarcan las elecciones de 1958 como una de las menos parejas de la historia de México. En ese entonces el candidato del PRI era Adolfo López Mateos, quien logró vencer sin problemas al candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Luis H. Álvarez, al obtener el 90.56 por ciento de los votos.
Sin embargo, esta victoria se dio luego de que el gobierno priista usara su poder contra Álvarez, a quien no se le dio tiempo en la radio, y en una ocasión fue encarcelado durante la campaña por el delito de «ser candidato de oposición».
El candidato panista fue frenado por el PRI para competir en las elecciones de 1958. (Foto: Proceso)
1988: La caída del sistema y la subida de un monarca
Una de las sospechas de fraude que más se recuerdan en la historia moderna de la democracia mexicana fue la caída del sistema electoral en 1988.
La tarde de ese 6 de julio de 1988, Cuauhtémoc Cárdenas, el candidato opositor al Gobierno, mantenía una ventaja en el cómputo frente al candidato oficialista del PRI, Carlos Salinas, sin embargo, la historia cambió luego de que el conteo oficial se interrumpió por una «caída del sistema».
(Video: Ultraaudiolight vía YouTube)
Luego de minutos de gran tensión, al reanudarse el servicio de cómputo, Salinas ya estaba arriba de Cárdenas, quien ya no pudo superarlo. Desde ese entonces el secretario de Gobernación, Manuel Bartlett, ha sido señalado como el autor de esa «caída» y presunto fraude electoral.
«Yo no puedo afirmar que Salinas ganó o perdió cuando estoy señalando que el cómputo de la elección se hizo en 300 distritos, y que nunca tuve los paquetes ni las actas originales porque fueron directamente desde los 300 distritos a la Cámara de Diputados. Yo sólo informé a la opinión pública resultados preliminares», dijo Bartlett en 2017 en una entrevista con Reforma.
(Video: Dominio Ciudadano vía YouTube)
2006: Una mínima diferencia aleja a México de un gobierno de izquierda
Para 2006 las cosas eran «diferentes. El PAN ya le había arrebatado el poder desde el año 2000 al PRI, partido que gobernó durante más de 70 años el país. La elección llegaba y el nuevo candidato oficialista sería Felipe Calderón, un panista que tenía como principal oponente al candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Andrés Manuel López Obrador.
Luego de unos difíciles comicios, la elección presidencial de 2006 tuvo como ganador a Felipe Calderón Hinojosa, quien venció al izquierdista por sólo 0.56 por ciento de diferencia. Traducido a votos, esta cifra quiere decir que Calderón obtuvo 15 millones 284 votos por 14 millones 756 mil 350 que recibió López Obrador.
Calderón ganó las elecciones de 2006 con un rango muy bajo de diferencia. (Foto: AgenciaT)
Las dudas de la victoria de Calderón se agraviaron luego de que el Instituto Federal Electoral (IFE) no anunció a un ganador la noche de la jornada electoral, sino hasta una noche después, esto por lo cerrado de la contienda.
Este año es muy recordado gracias a que días después de la elección se anunció que la ventaja era para Felipe Calderón por sólo 0.58 por ciento de la votación, por lo que López Obrador y sus seguidores denunciaron un fraude electoral con el lema «Voto por voto, casilla por casilla». Ahí se dio el famoso cierre de Paseo de la Reforma.
(Video: Ramkowar McCartney vía YouTube)
2018: Unas elecciones con sospecha de ¿fraude?
Es cierto, a unos días de las elecciones el fantasma del fraude está más presente que nunca en México, esto a pesar de que para el presidente consejero del INE, Lorenzo Córdova, «la democracia mexicana es fuerte y el proceso electoral más grande de la historia de nuestro país está garantizado».
Con más de 80 millones de mexicanos que podrán votar cargos para gubernaturas, congresos locales y federales y quien será el próximo presidente de México, el miedo está latente y este sólo podrá disiparse con unas elecciones en paz.
FUENTE: Cultura colectiva