Entre mayo del 2017 y abrirl del 2018, la oferta de habitaciones en renta a través de la plataforma Airbnb en Cancún pasó de 6,378 a 9,207, es decir, un incremento de 2,829 unidades de alquiler en menos de un año, según el estudio Airbnb en Cancún, elaborado por la Universidad del Caribe.
En el 2010, cuando apenas surgía esta modalidad de hospedaje, había siete avisos de viviendas en Cancún anunciándose en esta plataforma; para el 2015 ya había 1,100 anuncios y para abril del 2018, 5,901.
El mayor volumen de turistas que hacen uso de esta plataforma son extranjeros.
En los 11 meses que duró el levantamiento se contabilizaron 114,737 turistas hospedados en viviendas particulares; de ese total, 97,882 fueron originarios de otros países.
Los meses de mayor demanda son diciembre y enero, seguido de julio y agosto y el lapso marzo- abril, “lo que denota que el turismo nacional responde más a los periodos vacacionales oficiales”, refiere el documento.
El costo promedio de la tarifa de renta por una vivienda completa es de 90.38 dólares, mientras que en el caso de una habitación privada, se reduce hasta 32.46 dólares y de 12.61 en el caso de cuartos compartidos.
En marzo de este año se reservaron un total de 66,782 noches en viviendas particulares, lo cual arrojó que en ese mes los ingresos generados para los anfitriones ascendieran a 7.9 millones de dólares.
El estudio encuestó a los anfitriones y concluyó que todos están de acuerdo con el impuesto cobrado por las autoridades; han notado que las rentas vacacionales generan consumo para los establecimientos y comercios locales y es fuente de retribución económica para terceras persona, además de que el “turista Airbnb” prefiere esta opción por ser económica y siente más libertad para convivir con locales.
La mayoría de los anfitriones no está de acuerdo con la implementación de otras medidas regulatorias como un registro turístico; sin embargo, a unos pocos no les molestaría otras medidas de regulación al verlo como un negocio.
Conclusiones
Las conclusiones del estudio refieren que “el turista Airbnb” en Cancún corresponde en su mayoría a los denominados millennials, jóvenes entre 21 y 40 años, con alto nivel de estudios, que poseen ingresos anuales entre 18,000 y 46,600 dólares.
La secretaria de Turismo estatal, Marisol Vanegas Pérez, dijo que los resultados son contundentes y se hace necesaria una regulación integral ante el crecimiento de la plataforma, la cual va desde el cobro de impuestos hasta la delimitación de zonas en el centro de la ciudad donde esté permitida su operación.
Elsa Miriam Cortés Franco, presidenta ejecutiva de la Asociación de Clubes Vacacionales de Quintana Roo, refirió que el impacto de Airbnb se puede apreciar en los niveles de ocupación hotelera.
FUENTE: EL ECONOMISTA