El secretario de Educación en Quintana Roo, José Alberto Alonso Ovando, reconoce que han existido complicaciones para adecuar debidamente los horarios de entrada a las escuelas, sobretodo en el nivel secundaria, a partir del cambio de huso horario instaurado en todo el territorio estatal hace dos semanas. Esto debido a que por actividades programadas en cada turno escolar y a las horas que cada profesor labora muchas veces en más de un plantel, es difícil, al menos durante lo que resta del ciclo escolar actual, readecuar las horas de entrada, lo que podría darse a partir del próximo curso con la instauración de un horario de verano y otro de invierno para las escuelas de nivel básico.
Al hacer un balance sobre la «adaptación» por la que padres de familia, maestros y alumnos han tenido que pasar ante el adelanto de una hora en los relojes, el funcionario señaló que las repercusiones negativas han sido mucho menores a las esperadas, ya que sólo en la cabecera municipal de Felipe Carrillo Puerto, donde un grupo de padres de familia ha externado su desacuerdo con los actuales horarios de entrada a clases.
Dijo que si bien existe un tiempo de tolerancia para permitir el ingreso de estudiantes a las aulas, a fin de que todos se vayan acostumbrando al nuevo horario, ésta se aplicará por una o dos semanas más, lo que dependerá de las incidencias que sigan presentándose a la hora de entrada de las escuelas, particularmente en los turnos matutinos.
Pese a que con el retraso de media hora en la entrada de los alumnos de nivel primaria, se buscó preponderar la seguridad de los niños, dada su corta edad, Alonso Ovando, afirmó que dicho punto también se planteó para hacer lo propio con los jóvenes de secundaria, el asunto se tornó complejo, debido a que las jornadas de clases de este nivel, abarcan seis horas con 10 minutos, tiempo que se duplica al ser la mayoría de estos planteles de doble turno, lo cual implicaría que los estudiantes del horario vespertino salgan de sus clases a las 8:30 de la noche, lo que es igualmente un factor de inseguridad.
(Fuente Quequi)