Desde lo local, cada comunidad debe aprovechar los beneficios de este proyecto ferroviario, aunque no haya resultados inmediatos.
El aumento en la captación de turismo internacional es solo uno de los tantos beneficios proyectados para el Tren Maya en este 2024, ya que, de forma paralela, mejorará la conectividad regional y se impulsará el dinamismo urbano en las comunidades mayas.
Aunque el tren ya ha comenzado a operar, la inauguración del circuito en su totalidad para este año obligará a las comunidades a aprovechar la infraestructura que lo acompaña, provocando un efecto dominó que, de acuerdo con la urbanista Adriana Martínez Molina, impactará de forma positiva en las comunidades cercanas a las más de 30 estaciones del circuito.
“Este es un proyecto regional que integra el sistema de ciudades cercanas al tren, no necesariamente que tocan las estaciones, sino también cercanos al él. Es un proyecto que al final del día permitirá detonar la economía y la movilidad, que son una de las principales necesidades de las comunidades para un mejor desarrollo.
“Todos estos efectos son los que se ven cuando se abren este tipo de proyectos, empiezan a desarrollar una dinámica urbana, porque al meter infraestructura se empieza a detonar la economía”, opinó.
Explicó que, para ver estos resultados, es necesario que las comunidades atiendan las necesidades que la misma infraestructura del Tren Maya ha ocasionado en el ámbito local y aprovecharlas antes de su monopolización.
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“Si no hay una urbanización local, lo que va a pasar es que los inversionistas van a parar ese desarrollo y la gente va a tener pocos beneficios del mismo proyecto. Lo interesante es que la gente aproveche la infraestructura que le da el Tren Maya, toda esa potencialidad para provecho de la localidad y para ello se requiere de líderes locales que guíen a esa población. Eso no lo da el tren, eso sí es a nivel local, eso es lo que los gobiernos deben empezar a trabajar a favor de su localidad”.
Explicó que, dentro del ámbito de urbanismo, existe un factor conocido como “metabolismo urbano”, del cual dependerá la velocidad en la que cada uno de los estados podrá ver los resultados de la “justicia social” de la que tanto se habla.
“Esto no es de la noche a la mañana, cada ciudad tiene un metabolismo urbano diferente, no es el mismo en una comunidad maya que en una ciudad como Cancún, donde es más rápido. Esto puede demorar años, pero todo dependerá de cómo la gente aprovechará esta inversión federal para un mayor beneficio local”.
¿Por qué las fallas?
Ante las recientes fallas, retrasos y críticas que ha recibido el Tren Maya en su primera fase de inauguración, la urbanista opinó que son características que normalmente se presentan en los proyectos de esta magnitud y, conforme vaya madurando, se corregirán.
“Nosotros como urbanistas sabemos que todos los proyectos en la primera etapa hay un proceso de ajuste, no existe proyecto perfecto que ya sale y todo está bien. Apenas la gente se tiene que acoplar a este proceso urbano, no es culpa del proyecto o que el proyecto sea malo, sino que todos los proyectos tienen un proceso de ajuste, de maduración.
“Es como un engranaje, cuando echas a andar la maquinaria se inicia un proceso de ajuste y evidentemente va a haber fallas, por eso es que el tren no está operando a su máxima capacidad y a su máxima velocidad, pero es parte del proceso”.
FUENTE: LA VERDAD NOTICIAS