REDACCIÓN POR MACRONEWS:
El Aeropuerto Internacional de Tulum se encuentra en medio de una crisis debido a la suspensión de operaciones por parte de transportistas turísticos que se oponen a las tarifas impuestas por la empresa militar encargada de la administración de la terminal.
La razón principal detrás de esta medida drástica es la negativa de la empresa a reducir la tarifa de 913 pesos que cobra por el servicio de recogida y entrega de pasajeros dentro de las instalaciones aeroportuarias. Los transportistas argumentan que la tarifa actual es económicamente inviable y han propuesto un nuevo esquema de cobro de 20 pesos por cada servicio de ascenso o descenso de pasajeros.
Roberto Rubio, presidente de la Asociación Mexicana de Transportadoras Turísticas, expresó su preocupación por la falta de flexibilidad por parte de los directivos del aeropuerto, señalando que incluso Remberto Estrada, propietario de autobuses Tena, ha suspendido sus operaciones en Tulum debido a la situación desfavorable.
La semana pasada, Rubio lideró una protesta en la terminal aérea de Tulum para expresar el descontento de los transportistas. A pesar de los esfuerzos, las conversaciones con el director del aeropuerto, Javier Diego Campillo, y la gerente administrativa y comercial, Aidé Mandujano Manzano, no han arrojado un acuerdo satisfactorio.
Además de las tarifas, los transportistas también han expresado su descontento por la excesiva documentación requerida para operar en el aeropuerto, que va desde una carta de antecedentes no penales hasta el acta constitutiva de las empresas transportistas.
Se estima que al menos mil unidades de transporte turístico se han visto afectadas por esta suspensión de operaciones. Los transportistas proponen la posibilidad de operar con un cargo de 20 pesos por cada servicio de ascenso o descenso de pasajeros, siempre y cuando se firme un convenio con la empresa operadora de la terminal aérea. En caso de no llegar a un acuerdo, sugieren un cargo de 300 pesos.
La situación en el Aeropuerto de Tulum continúa tensa mientras los transportistas y los directivos buscan una solución que permita la reanudación de las operaciones sin afectar gravemente a ambas partes involucradas.