El propietario del establecimiento ha sido víctima de extorsiones previas, incluyendo llamadas y amenazas exigiendo dinero para permitirle continuar con sus actividades comerciales. Este último ataque, en el que al menos dos hombres incendiaron su automóvil con algún tipo de combustible, ha llevado a la decisión de cerrar el negocio.
Aunque se han presentado denuncias ante las autoridades por estos hechos, el empresario ha expresado su descontento por el desinterés de las autoridades para abordar los casos de extorsión que enfrentan los comerciantes en Cancún y en todo Quintana Roo.
El reporte del incendio fue atendido por la Policía y el Departamento de Bomberos, pero los responsables del ataque lograron escapar del lugar. Este incidente resalta la creciente preocupación por la inseguridad y la extorsión que enfrentan los comerciantes en la región.