TRUMP Y MUSK DESATAN CAOS EN LA ADMINISTRACIÓN CON EXIGENCIA ARBITRARIA A FUNCIONARIOS
La administración de Donald Trump enfrenta una nueva controversia tras la exigencia de que los 2.3 millones de empleados federales informaran sobre sus actividades de la semana pasada. La medida, promovida por Elon Musk y respaldada por el presidente, generó incertidumbre y resistencia dentro del gobierno, con agencias federales instruyendo a su personal a ignorar la solicitud.
El requerimiento, difundido en un correo anónimo, se convirtió en amenaza cuando Musk advirtió en redes sociales que no responder equivalía a renunciar. Sin embargo, la Oficina de Gestión de Personal aclaró que la respuesta era voluntaria, desautorizando la postura del magnate y de Trump.
La iniciativa se justificó con la teoría, no probada, de que existen “funcionarios fantasmas” cobrando salarios sin trabajar. Trump defendió la medida como un intento de verificar la existencia del personal, mientras que Musk insistió en calificar la resistencia como incompetencia.
El episodio desató demandas por fraude laboral masivo y expuso una gestión errática que, además de generar confusión, podría afectar la estabilidad del empleo público en EE.UU.